ADORO
Los días en que alcanza el tiempo; las papas rellenas con queso; el buen humor; ver fotos viejas; la mostaza; cuando un texto se ve mejor dibujado que escrito; a la gente proactiva (eso más bien lo envidio); a los buenos amigos; la nostalgia; cantar; escuchar a Morrissey y a los Beatles; encontrarme con las ideas en la ducha; prender el carbón; tirar piedras al agua; los libros infantiles; las biografías; Youtube, Google y la conexión; a mi familia; emocionarme; a Egon Schiele y a Basquiat; dibujar y trabajar todo el día en eso.
DETESTO
A los que gritan en vez de hablar; la terquedad política y religiosa; las poses; el pepino; las encuestas; el olor a pipí de gato; estar resfriado; que las cosas se echen a perder; que se acaben las pilas y que los lápices a pasta dejen de escribir; hacer cosas por compromiso; los tomates con cáscara; farandulandia; no soporto al intrigante, al soberbio, al snob ni al cara dura; a los vigoréxicos; las pantuflas; los bares con música fuerte; comprarme ropa; los bancos; la cerveza tibia; las dinámicas de grupo; hablar de pega. Y como detesto la autorreferencia, no escribo más.