Hay ciertas prendas de vestir que, en algún momento de su existencia, han trascendido y se han convertido en verdaderos íconos de la moda. Es así como el jeans, el little black dress (vestido negro), o los stilettos (tacones), marcaron la historia de la moda y se convirtieron en verdaderos clásicos e indispensables.
Así también ocurrió con las zapatillas. Fue en 1917 cuando se registró la patente de la primera zapatilla antideslizante, pero no fue hasta 1985 cuando explotó el fenómeno.
Todo comenzó cuando Michael Jordan firmó un contrato como imagen de Nike. La marca deportiva diseñó unas zapatillas exclusivas para el jugador de basquetbol de color rojo y negro, para combinarlas con su equipo, los Chicago Bulls. Las Air Jordan I no eran permitidas por la NBA (sólo se admitía calzado deportivo blanco), pero Nike apostó por su diseño y pagó una multa de US$ 5.000 por cada partido que jugó Michael Jordan durante la temporada.
Ese momento es considerado por muchos como «el punto de inflexión de la cultura de las zapatillas deportivas», dice Elizabeth Semmelhack, comisaria de la exposición The rise of the sneaker culture (El auge de la cultura de las zapatillas). La muestra, que se puede visitar hasta el próximo 4 de octubre en el Museo de Brooklyn en Nueva York, fue ideada como una manera de contar la historia de este calzado y explicar su transformación en un fenómeno cultural y social.
Cerca de 150 pares recorren la evolución de las zapatillas: desde su primera aparición en 1820, hasta las más sofisticadas y cotizadas piezas de hoy, elaboradas por importantes casas de moda como lo son Prada, Jeremy Scott o Lanvin.
Esta muestra dedicada a las zapatillas, –o sneakers como son llamadas en inglés, conocidas así porque permiten moverse silenciosamente y escabullirse gracias a sus blandas suelas de goma (to sneak, en inglés)-, fue organizada inicialmente por el Bata Show Museum de Toronto, Canadá, como parte del convencimiento de que las zapatillas, pese a los precios estrafalarios de algunos modelos, son el calzado «más democrático» y se han convertido en una «obsesión global».
La exposición, explican los organizadores, «es la primera que explora la compleja historia social y el significado cultural de esta prenda deportiva que ahora viste a miles de millones de personas en todo el mundo».
Además de material histórico de los archivos de las marcas más conocidas (Adidas, Converse, Nike, Puma y Reebok, entre otras), la muestra se nutre de colecciones privadas, ejemplares históricos y únicos, así como una serie de creaciones de diseñadores de renombre y modelos de artistas como Damien Hirst.