Coco es Chanel

Chanel N°5 es el perfume más famoso de todos los tiempos y es la única diseñadora de moda que figura en la lista de las 100 personas más influyentes del siglo XX de la revista Time. ¿ Lo habrá imaginado la joven Gabrielle a comienzos del siglo XX? Probablemente no.

Nacida en una familia muy humilde, la pequeña Gabrielle de 12 años perdió a su madre, víctima de la miseria y de los embarazos (Coco tuvo cuatro hermanos a los que más tarde en su vida llegó a pagarles para que fingieran que no la conocían, porque nunca aceptó su pasado de pobreza). Su padre, vendedor ambulante, la entregó al cuidado de las monjas en un hospicio de Corrèze, donde pasó vivió hasta los 17 años. Fue allí donde le enseñaron a coser.

Tal como recuerda Vanguardia, la joven francesa con sus ansias de libertad decidió abandonar el orfanato e independizarse. Atraída por el mundo del espectáculo, visitaba constantemente La Rotonde lugar de diversión para los oficiales del Ejército) donde dejaba oír su voz con temas como Ko ko ri ko y Qui qu’a vu Coco? Por eso, comenzaron a llamarla petite Coco, el nombre con el que luego se haría conocida y entraría en la leyenda.

Gracias a una relación amorosa de seis años con un joven burgués adinerado, pudo habilitar una sombrerería en 1914, con sombreros que ella misma reformó y luego sacó a la venta. Ante el éxito que obtuvo, no dudó ni un momento y decidió lanzar su propia línea de moda.

Terminada la guerra en 1918, Gabrielle se instaló en el Hotel Ritz con su negocio que no tardó en prosperar, pero para el «martes negro» en Wall Street de 1929, las ventas no levantaban, por lo que decidió cerrar sus tiendas.

Después de la II Guerra Mundial, a sus 71 años, reabrió su casa de modas, pero con un aire más funcional. Creó el charming chemise dress, un vestido sin cintura ni adornos, sobre el que se imponía llevar collares de perlas; acortó las faldas; creó los pantalones femeninos, e impulsó a las mujeres a cortarse el pelo luego de aparecer en la Ópera de París con el cabello corto.

Creó también el célebre traje negro (la petite robe noire) que apareció en la portada de todas las revistas de modas, y el conjunto que se convertiría en la estrella de la firma: un traje con falda y chaqueta a juego, de manga larga, sin cuello.

Otro de sus revolucionarios aportes a la moda femenina fue el zapato de tacón bajo, en plena década de los años 50s, cuando los zapatos de tacón de aguja se hallaban en su apogeo.

Fue en ese entonces que el perfume Chanel nº 5 se elevó a la categoría de mito, cuando la actriz Marilyn Monroe, durante una entrevista, aseguró a los reporteros que unas gotas del nº 5 era lo único que ella llevaba puesto cuando se iba a dormir. Esto lo convirtió en el perfume más vendido de todos los tiempos.

Consumida por el reumatismo y la artritis, pero sin haber dejado ni un momento de crear diseños que distinguieran la figura femenina, Coco murió el 10 de enero de 1971, a los 88 años de edad. Ese día había salido con su amiga Claude Baillen a dar un paseo; cuando regresaron, fatigada, Coco se tendió en su cama del Hotel Ritz y le dijo a su amiga: “Mira, así es como una se muere”. Y se fue.