Una entrada fresca, con jardines colgantes, columpios y madera fue la que ideó el diseñador Rodrigo Alonso para el Bazar. “La diferencia de este acceso con muchos anteriores es que existe un concepto claramente identificable desde que te enfrentas a él: es como una gran casa abierta y a la vez una imponente estructura de más de nueve metros de altura, pero que también es totalmente liviana en su presencia”, nos contó.
Para lograrlo se inspiró en todas esas buenas sensaciones que entregan las zonas de terraza, los deck de las piscinas, los espacios para hacer asados y muchos otros lugares que sirven para disfrutar del aire libre junto a los amigos o familia en las temporadas de primavera y verano. Su idea fue transmitir relajo, liviandad y sobre todo el uso de materiales naturales.
En su propuesta predomina la madera Arauco (usará cerca de 3 mil listones) a lo que sumó toldos de algodón en color crudo y otros con gráficas de nuestra revista. Para dar una sensación de frescura, también incorporará jardines colgantes, columpios, celosías y todos esos elementos “que permitan conceptualizar la casa como el mejor lugar para estar”, explicó.
Un camino tipo deck lleva a la zona de pago, y en frente un espacio con bancas, un árbol, columpios y jardines colgantes. Al medio estará la entrada principal con paredes de celosía que conectarán con los primeros stands.
Si pasa por ahí, seguro que la tentación de entrar al Bazar ED será todavía mayor. Y esa es la idea.