EL PLATO: Torta de Betarragas
Luis Rojas Curti compartió con nosotros sus mejores recetas. Aquí una exquisita torta de betarragas.
Ni siquiera habíamos entrado a su departamento cuando ya nos había conquistado con el olor que salía de la cocina… Se sentía en la escalera del edificio y apenas nos abrió la puerta supimos inmediatamente que habíamos elegido bien. Luis Rojas nos cuenta que siempre le ha gustado cocinar –algo heredado de sus dos abuelas italianas–, junto a su señora son excelentes anfitriones, y por mucho tiempo se juntaba con un grupo de amigos para hacer el “gourmetazo”: una vez a la semana, cada uno hacía una receta nueva. Fue gracias a esas reuniones que, junto a Rodrigo Valenzuela, nació la idea de crear Fuud (www.fuud.cl), un servicio de suscripción gourmet que mes a mes entrega una caja con los ingredientes necesarios para hacer una receta –toda una experiencia culinaria–, y que ahora han convertido en un codiciado regalo para empresas.
Esta semana revisaremos su Torta de Betarragas.
Ingredientes:
2 betarragas cocidas
1 cebolla morada
25 g de mantequilla sin sal
1/4 de taza de miel de palma
Masa de hoja o de pascualina
80 g de queso blanco a elección (mozzarella, feta o queso fresco)
Hojas de rúcula fresca
Precalentar el horno a 180 ºC.
Receta:
Cortar la cebolla en pluma. Poner la mantequilla en un sartén a fuego medio; una vez derretida, agregar la miel de palma y la cebolla, y cocinar por 4 minutos revolviendo constantemente.
Poner la cebolla en un molde (que pueda ir al horno y de unos 20 cms de diámetro aproximadamente) o en un sartén de fierro, previamente enmantequillado. Cortar las betarragas en rodajas de aproximadamente un centímetro y distribuir sobre la cama de cebollas.
Poner la masa sobre el molde para que tape completamente la cama de cebollas y betarragas, cuidando que los bordes de la masa queden dentro del molde, tocando la base de este. Pinchar la masa con un tenedor y cocinar en el horno por 35 a 40 minutos o hasta que la masa esté dorada.
Sacar del horno, poner un plato plano encima, dar vuelta y desmoldar mientras esté caliente para evitar que la cebolla quede pegada al molde. Dejar entibiar y decorar con la rúcula, el queso y un chorrito de aceite de oliva.