Como en casa

En 2011 Michael Paravicini hizo un cambio radical en su vida: a los 49 años dejo su trabajo, su casa y su familia en suiza para emigrar con su señora y sus tres hijos a chile. Siempre había soñado con dedicarse a la hotelería y eligió Pucón para emprender. A orillas del rio Liucura y rodeado de un bosque nativo, encontró el lugar perfecto para instalarse y construir el hotel Hacienda Vira Vira.

 

Tenía 16 años cuando el suizo Michael Paravicini conoció Pucón, subió el volcán Villarrica por primera vez y prometió volver… Su papá había vivido 23 años en Argentina y siempre tuvo su corazón “perdido en América del Sur”, recuerda. Él mismo lo llevó para mostrarle este rincón del sur del mundo del que tenía tantos buenos recuerdos. Fue un viaje inolvidable.

Pasaron los años y Michael se convirtió en un gran empresario. Se casó con Claudia y tuvieron tres hijos. Sin embargo, nunca dejó de acordarse de Pucón, su paisaje y la cantidad de actividades que se podían hacer: el volcán, el lago Villarrica, los ríos, parques nacionales… Estaba seguro que ahí, en el sur de Chile, había una “joya del turismo”, como él dice. Finalmente, cuando tenía 49 años, decidió dejarlo todo para emigrar con su familia y dedicarse a lo que siempre había querido: la hotelería.

Así llegaron a este terreno de 22 hectáreas, a orillas del río Liucura y con un bosque nativo que los fascinó. Se propusieron hacer ahí el mejor hotel de América del Sur y desde 2014 han trabajado para eso. El arquitecto Adolfo Fuhrhopp fue el encargado de diseñar el edificio principal y todos los departamentos que se distribuyen a la orilla del río. La idea fue incorporar la construcción al paisaje, sin desviar la atención de los árboles y los senderos que recorren la hacienda.

Michael vive ahí y, como buen dueño de casa, está siempre preocupado de atender a los invitados. Conversa con cada huésped, se sienta a comer con ellos, les pregunta sobre sus gustos y les propone actividades según sus intereses… La idea es que sientan que están en la casa de unos buenos amigos, donde sobra el tiempo para descansar, conversar y pasarlo bien. “Me encanta que la gente se quede cuatro horas cenando. Eso es lo que me gusta: que lo disfruten, que estén tranquilos a la orilla del fuego, tomando un rico vino, conversando con el sommelier… Todo está hecho para tener un ambiente relajante, exclusivo y agradable”, dice Michael.
En sus ratos libres, Michael aprovecha de recorrer la hacienda, caminar entre los árboles, los animales, el huerto y visitar la quesería (donde se hacen quesos de todo tipo)… Así como él pasea por su casa, también lo hacen los turistas, quienes pueden disfrutar de este entorno natural caminando por los senderos; dentro del hot tub; navegando en kayak por el Liucura; comiéndose un asado a la orilla del río; o simplemente leyendo un libro con buena vista.

Los animales, las plantas y la quesería no son sólo un atractivo más para los huéspedes. En la cocina, el chef uruguayo Damián Fernández depende de estos ingredientes para sus elaboraciones. “Casi todo viene de nuestra propia hacienda: el huerto nos provee todas las verduras, legumbres y frutas; tenemos crianza de carnes, de todo tipos de aves, como gansos, patos, gallinas; también tenemos crianza de jabalí y corderos. Hacemos la matanza y la preparación aquí mismo, hay un carnicero alemán encargado de hacer los embutidos”, cuenta. Todos los días, el chef va al huerto y preparara un menú fresco según como lo inspiren los ingredientes.

Es probable que con este paisaje y la tranquilidad no den ganas de moverse… Pero si usted visita Vira Vira tiene que hacer alguna de las más de 50 excursiones que se ofrecen.  Cuando puede, Michael aprovecha estos panoramas junto a su familia y también con los turistas. Él se ha dedicado a buscar alternativas diferentes y exclusivas para disfrutar de los atractivos de Pucón. Por ejemplo, el paseo en helicóptero a las Termas Geométricas (en un horario en que están vacías) que termina con una pasada por el volcán Villarrica, las cabalgatas y trekking a lugares desconocidos o recorrer distintos ríos pescando. Para eso, hay 12 guías encargados de hacer de cada paseo una experiencia inolvidable.

Cuando Michael habla de Pucón y de Vira Vira se nota en su voz cómo le apasiona. Aunque reconoce que al principio a sus hijos les costó la idea de irse a vivir al sur del mundo, dice que ahora están felices. Él encontró en Pucón un lugar único y se preocupa de hacer que quienes lo visiten descubran su encanto.

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