Hace más de 10 años que Chile está presentando condiciones climáticas que debilitan a los ecosistemas y al medio ambiente. La sequía y el aumento de las temperaturas son algunos de los efectos que ha causado el calentamiento global y que han repercutido directamente en la flora y la fauna.
La zona central y norte del país son las más afectadas por la falta de agua, y ya distintos rubros han comenzado a trabajar con el objetivo de cuidar y darle un uso más eficiente a los recursos hídricos disponibles. El paisajismo es uno de ellos, a través de la transformación que ha implementado en el diseño de los nuevos jardines. Con este nuevo panorama en mente, las grandes explanadas de pasto y las plantas que necesitan mucha agua quedaron en el pasado.
Hay factores fundamentales que se deben tomar en cuenta para transformar los jardines en espacios más sustentables y amigables con el medio ambiente. “A la hora de hacer un jardín hay que considerar las condiciones climáticas y geográficas del lugar, este entorno será fundamental para que las plantas puedan recibir los elementos que necesitan”, explica Rosario Valenzuela, fundadora y directora ejecutiva de Estudio Terráneo (@estudio_terraneo), especialistas en conservación y restauración del paisaje y flora nativa.
Antes los jardines tenían al menos un 50% de pasto, sin embargo, su uso ha ido disminuyendo cada vez más. Hoy se usan recursos como áridos, pastelones y plantas entre maicillo o gravilla. Además, en caso de tener que usar pasto para algún espacio, se utiliza un polímero que retiene agua en las raíces, lo que permite que la tierra se mantenga más húmeda.
Lo ideal para climas mediterráneos y cada vez más áridos, como la zona central de Chile, son las plantas de bajo requerimiento hídrico y que además sean resistentes a la sequía. “En un futuro próximo tendremos otros medios por donde conseguir agua, sin embargo, siempre se va a priorizar el consumo humano. Es poco probable que los jardines cambien demasiado en ese aspecto”, dice Valenzuela.
¿Qué plantar?
Algunas plantas que no se conocen tanto, pero que tienen buenas propiedades para el jardín y necesitan poca agua, son: puyas, estas tienen una extensa vara floral de distintos colores y existen variedades para cada clima; aloes, que se dan en distintos colores; y agaves en sus distintas formas, tamaños y colores.
La zona costera tiene un clima más húmedo, de más precipitaciones, menos heladas y temperaturas no tan extremas. Estas circunstancias favorecen a la variedad de plantas nativas que se pueden obtener, como Bahía ambrosioides, vautro, Baccharis cóncava y huilmo. También árboles nativos como molle, quebracho, maitenes y boldos
Los huertos son una adición en los jardines que también ha marcado tendencia en el último tiempo. “Las personas quieren tener sus frutales y se han dado cuenta que no es difícil ni hay que dedicarle tanto tiempo, solo hace falta organizarse para lograrlo”, cuenta Rosario.