En 2019 y buscando un material para representar el agua en sus maquetas para el proyecto de título de arquitectura, Macarena Pérez descubrió el jabón de glicerina. “Era una materialidad sólida y única, que logra trasladar un pedazo del mar a las manos, con colores y transparencias, luces y sombras que se mezclan rápidamente con el agua hasta desvanecerse”, cuenta. Fue así como nació Jabón del Mar, su marca de jabones de origen vegetal que combinan su pasión por el diseño y la posibilidad que entregan los materiales, los procesos y la alquimia.
La idea de esta marca es traer nuevos colores y sensaciones al acto tan cotidiano y sencillo de lavarse las manos o el cuerpo, entregándole un nuevo significado y convirtiéndolo en una experiencia más agradable, colorida y sensorial. Es que si algo llama la atención de estos jabones es su estética: no se parecen a otros, y están llenos de colores y formas. Son pequeñas obras de arte.
Todos los insumos que se utilizan para Jabón del mar son certificados, de origen vegetal, biodegradables, veganos y libres de crueldad animal. Son además libres de sulfatos y parabenos y son aptos para todo tipo de piel. Tienen jabones en barra, jaboneras hechas en colaboración con artistas locales, bombas de baño efervescentes, alcohol gel aromático y varias cajas de regalo. Se puede comprar a través de su Instagram, @jabondelmar. Para encargos especiales, jabondelmar@gmail.com