Escondida entre el bosque de Truckee, en California, esta casa hecha para una familia aventurera que visita esta escapada a la montaña cada vez que puede, se levanta entre los pinos, con un exterior impresionante hecho de bloques de cemento y acero que no le quita protagonismo al entorno. Construida por la oficina Faulkner Architects y con el interiorismo a cargo de NicoleHollis, la inspiración partió desde la obra del artista estadounidense Donald Judd, cuya obra forma parte del minimalismo.
Aquí, en lo profundo del bosque, la idea fue priorizar los materiales naturales, para lograr un espacio que se funde con el entorno. “Hay una diferencia mínima en el despliegue de materiales dentro y fuera de la casa”, cuenta el arquitecto Greg Faulkner. “Quería evocar los sentimientos de un viaje por el campo, el espíritu de escape y descubrimiento que surge al llegar a un lugar excepcionalmente especial. Estos sentimientos son cruciales para conectarse con un espacio”.
El punto focal de la casa es un patio central, que gracias a unas grandes ventanas corredizas logra unirse al resto de la casa, creando un ambiente que es una combinación entre interior y exterior. Al entrar, la cocina es otro de los lugares que se roba todas las miradas. Con una isla hecha de madera carbonizada y granito que es la base de este espacio y unos taburetes de roble, es el espacio ideal para las comidas más informales.
A pocos pasos de la cocina está el comedor, con una mesa que también se inspira en la obra de Donald Judd, con bancos incorporados, que fue fabricada por Julian Giuntoli Custom Furniture. Y un poco más allá, en este gran espacio que alberga todas las áreas comunes, está el lugar perfecto para los días de invierno y la nieve: la sala de estar, donde se disfruta junto a la chimenea.
Las piezas están revestidas en pino, para darle esa sensación de cabaña de montaña, pero con un estilo más moderno. En la pieza principal, esto contrasta con los veladores de aluminio patinado verde y la silla vintage de Fritz Hansen junto a la alfombra marroquí, que aporta más calidez. Y en las piezas de los niños, los camarotes son parte de la diversión.
Dicen que lo que atrajo a esta familia a echar raíces en este lugar fueron los alrededores y todas las actividades que hacen en Truckee, pero es esta casa, hecha completamente a su medida, lo que hace cada vez más difícil partir.