Viajes

¿12 horas en Madrid? Aquí, un itinerario para recorrer la ciudad como un local

La arquitecta chilena Carolina Dimter vivió varios años en Madrid y ahí descubrió esos lugares que muchas veces solo los madrileños conocen. En este viaje de 12 horas conocerás los secretos mejor guardados de Madrid, desde tabernas para ir de tapas hasta las vistas más lindas en pleno centro de la ciudad.

Madrid es una ciudad llena vida, con una agenda copada de eventos, panoramas y donde la gastronomía española se puede disfrutar en cada esquina. A pesar de ser la capital de España, Madrid es una ciudad con esencia de pueblo donde muchos de sus locales son atendidos por sus propios dueños y donde en pocos pasos llegas a todos lados.

 

EN LA MAÑANA

Foto: Carolina Dimter.

Jamonería de Desayuno

Iniciamos el itinerario en pleno centro de Madrid, con un buen desayuno en el corazón del barrio Palacio. En Calle del Arenal 28, exactamente junto a la Ópera de Madrid, nos encontraremos con una típica jamonería española llamada Julian Becerro (@grupojulianbecerro), con las clásicas patas de jamón Serrano e Iberico colgando. Una buena opción es pedir el desayuno ibérico que, por menos de 5 euros, incluye café y unas varas de pan con aceite, tomate rallado y jamón Serrano. 

 

Foto: Carolina Dimter.

Ella Sky Bar

Madrid se caracteriza por tener muchas terrazas: existen más de siete mil repartidas por la ciudad; la mejor manera de lograr una vista panorámica. Después de desayunar caminaremos en dirección a una terraza poco conocida llamada Ella Sky Bar (@ellaskybar), ubicada en plena Gran Vía. Desde ahí, por un lado podremos ver unas magníficas vistas de la Gran Vía, con su icónico edificio Carrión con el letrero Schweppes, la Ópera y el Palacio Real, y por el otro, una explanada general de Madrid donde en el fondo se divisan las icónicas Cuatro Torres de Madrid, los rascacielos más altos de España que llegan a tener 249 metros de altura.

De paso, Ella Sky Bar es un excelente lugar para probar una tapa de media mañana.

Gran Vía, 42.

 

Foto: Eduardo Rodríguez, en Unsplash.

Campo del Moro

Una buena forma de terminar la mañana es ir a uno de los rincones escondidos más lindos de la ciudad, el jardín de Campo del Moro. Ubicado entre Plaza de España y el Río Manzanares, es un jardín de estilo inglés con una pendiente pronunciada que entrega una vista privilegiada del Palacio Real, mientras te tomas un café mirando los faisanes y pavos reales que se pasean libremente. 

 

Foto: Delfi, en Unsplash.

El Rastro

Si lo que quieres es sentirte un madrileño más, el día domingo en la calle Ribera de Curtidores se instala El Rastro, una feria de antigüedades, ropa, artesanías y objetos novedosos ubicada en la intersección de los barrios Embajadores, La Latina y Lavapiés.

Y es que pocas cosas son tan madrileñas como El Rastro, que obtiene su nombre debido al rastro de sangre que dejaban las reses cuando se sacrificaban y se llevaban desde el matadero. En esta instancia dominical las familias madrileñas aprovechan los bares que rodean El Rastro para tomar un vermut de mediodía.

Como dato, después de las tres de la tarde el mercado ambulante desaparece y las horas previas al cierre son las más ajetreadas, por lo que si quieres disfrutar de un paseo tranquilo es recomendable ir antes de las once de la mañana.

 

EN LA TARDE

Pez Tortilla

Cerca de la Plaza de España, en Calle del Pez 36, hay una parada obligatoria a la hora de almorzar: el Pez Tortilla (@peztortilla). Una especie de bar de mesitas altas y barra con vitrina, de una decoración simple al más estilo madrileño, es un buen lugar donde hacer una pausa para tomar una cerveza artesanal de mediodía con un buen pincho de tortilla de patatas y unas croquetas de jamón serrano y boletus. ¿Los favoritos? La tortilla de queso de cabra con cebolla caramelizada y rúcula y la tortilla de brie con trufa. Ojo, que no aceptan reservas y casi siempre hay una fila de gente esperando entrar.

 

Foto: Sergio Rodríguez, en Unsplash.

Malasaña

Un buen plan para bajar la comida es perderse caminando por Malasaña, uno de los barrios más bohemios y característicos de la ciudad. Malasaña está lleno de cultura, cafés, microteatro, tiendas de diseñador, vintage y mercados. El barrio es el referente madrileño de la moda retro y la cultura underground y algunas de las plazas más divertidas para conocer son la Plaza San Ildefonso, Plaza 2 de Mayo y la Plaza del Rastrillo en la calle del Espíritu Santo.

Un lugar interesante para sentarse es el bar La Realidad (@larealidadbar), en la calle Corredera de San Pablo 51. Si te acercas a la barra, puedes pedir micropoemas para leer mientras te tomas una copa de vino.

 

Mercado San Antón

Cerca de Malasaña, en el barrio de Chueca, se encuentra el Mercado de San Antón, un mercado con historia. Fue inaugurado en 1945 y restaurado el 2008, con la idea principal de recuperar el concepto de plaza pública y de punto de encuentro para los vecinos del barrio. Es en este nuevo Mercado de San Antón donde ahora coexisten diversos puestos, desde locales de comida y tapas españolas, hasta charcuterías y florerías.

 

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Fotos: Lucía Marcano.

Sala Equis

Si caminamos por la calle del Duque de Alba, en el barrio de La Latina, encontraremos a mitad de camino una entrada con un letrero que dice Sala Equis que, generalmente, puede pasar desapercibido por la mayoría de las personas. Para los que saben de este lugar, sin embargo, entrar es casi un rito. La Sala Equis (@salaequismadrid) fue el último cine XXX de Madrid, el cual dio un giro y se recuperó como un espacio cultural para la ciudad. En el primer piso hay un bar con cócteles y proyección de películas del cine mudo. El segundo piso funciona como cine de culto, con películas que van cambiando semana a semana. Algunos domingos hay jazz en vivo.

Calle del Duque de Alba, 4.

 

EN LA NOCHE

Foto: Nik Younie, en Unsplash.

Templo Debod

El Templo Debod es una maravilla. El edificio de 2200 años cuenta con una arquitectura del antiguo Egipto que parece flotar en la pileta de agua que lo rodea. Al atardecer transforma sus colores tornando sus muros de piedra en tonos anaranjados que avivan el momento. Se ubica junto al Parque del Oeste, lugar donde muchos aprovechan la sombra de los árboles para hacer picnic y escuchar a los músicos que acompañan las maravillosas vistas que hay desde el mirador del parque hacia Casa de Campo y la Catedral de la Almudena.

 

Los Huevos de Lucio, de Casa Lucio

Para la hora de la comida, una muy buena idea es ir a la calle de la Cava Baja. Aquí encontraremos múltiples restoranes españoles, pero el recomendado es la taberna de Los Huevos de Lucio. A pesar de ser un restorán conocido para los madrileños, su fachada sencilla pasa bastante desapercibida, pero en su interior alberga los mejores huevos rotos de Madrid: unos exquisitos huevos fritos cortados sobre una base de papas fritas. Una opción es pedir los clásicos, pero mi recomendación es probarlos con media ración de jamón Serrano.

Cava Baja 32.

 

Café Berlín

Para terminar la noche volvemos donde empezamos, al corazón de Madrid. Café Berlín (@cafeberlinmadrid) es el típico café nocturno art decó con suelos de mármol y relieves artísticos. Su estilo entre bar (con pista de baile) y sala de conciertos (con butacas) transporta a los años 20. Desde jazz y flamenco, hasta afrobeat, son los estilos de bandas que suelen tocar aquí, así es que antes de asistir averigua quién tocará esa noche. ¡No te arrepentirás!

Calle Costanilla de los Ángeles 20.

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