Una mujer con una imaginación sin límites. Sencilla y completamente dedicada a su trabajo y su familia, la ganadora de Project Runway Latinoamérica no se separa de su hija, al punto que apenas supo que estaba esperando a la Filippa, decidió convertir su casa en su taller. “Está conmigo todo el día, no la suelto, no me quiero perder ni un segundo”, dice. Convertirse en mamá le provocó una necesidad de “crear conciencia en la forma de vestir a los niños” y fue por eso que lanzó su línea petit. “Cuando uno compra ropa de buena calidad, tienes la certeza que se va a heredar, que es ropa que se va a mantener en la familia”. Hace un mes inauguró su tienda en Nueva Costanera, donde tiene las colecciones para mamás e hijos que siguen un mismo estilo.
Amo los tacos. Hay veces que he ido a una zapatería y si hay un taco que me gusta y me queda chico, me lo compro igual. Estos los mandamos a hacer para la primera colección que presenté después de haber ganado Project, en el Fashion Week de México y estaba inspirado en la colección de los mineros.
El rouge MAC es como mi cábala. Antes de entrar a una reunión me pinto los labios. Uso siempre el mismo color, que es un rojo fuego, aunque en mi cartera tengo varios colores.
Me gusta mucho el concepto del té: la preparación, el tomarse un tiempo para disfrutarlo, el aroma. El té blanco lo mezclo con lavanda, con crisantemo, con rosa mosqueta. Cada vez que viajo me traigo té del lugar.
"Años de Circo" fue mi inspiración para la colección final con que gané el Project Runway. Justo cuando volví a Chile, estaba esta exposición. Compré entradas, partí a verla y me llevé el libro.
Esta calculadora la encontré en un mercado en España. Me costó 3 euros y la amo. Es súper trendy, muy fashionista. Estaba hecha para mí.
Este reloj Orient no me lo saco. Es de una línea masculina, pero creo que es entretenido mezclar tendencias. De repente le saco cosas a mi marido del clóset.
Este coche es Quinny, es un diseño de edición limitada intervenido por el artista Romero Brito. Me lo trajeron de Bélgica. Es una pieza de diseño.
Me gusta mucho coleccionar encajes. En mis viajes voy sí o sí a algún mercado de las pulgas a buscar retazos. La pena es que son más de colección que para usarlos en mi trabajo. Una vez una clienta me regaló una caja llena de encajes antiguos que eran de su abuela. Eso me emociona, que la gente me asocie con lo antiguo.
Me encanta el dorado. Por eso me compré esta libretita y este lápiz. Los encuentro demasiado cool.
Me encantan los conejos, por eso son mi logo. Desde que vi la película Alicia en el País de las Maravillas, me sentí representada con el conejo y sus mundos paralelos. Esta hebilla es de un cinturón que me regaló mi cuñada y lo encontró entre las cosas de su abuela.
Este cuadro me gusta mucho porque me lo regaló una artista argentina, Ana Bonamico, y lo hizo especialmente para mí. Está hecho en papel y pintado con lápices pasteles y acrílicos. Es un honor tener un cuadro de ella en mi casa.
Esta foto la tomaron este verano en Tunquén. Me encanta porque es espontánea.
Le tengo un cariño muy especial a este collar, porque me lo regaló Cata Pavez hace algún tiempo, fue hecho especialmente para mí y tiene el detalle del conejo. Todavía no lo he usado, porque lo quiero ocupar para alguna ocasión especial.
Me gusta mucho escuchar música y a mi marido también. Cada vez que viajamos cada uno anda con sus audífonos. Me gusta la música clásica; me concentro súper harto. Para nosotros, la entretención en la casa es la música.
Estos aros de piña son originales. Me imagino que el día de mañana, cuando mi hija tenga 20 años, me los va a sacar, porque son distintos. Por eso los cuido harto.
Me encantan los perros, están todo el día conmigo. Noah lo trajimos hace un par de meses porque nos hacía falta alguien más en la casa y Bruno me lo regaló mi marido hace 4 años en Buenos Aires.
