Apenas sus dueños vieron esta casa en Hawai que había sido construida en 1979 supieron que habían encontrado justo lo que buscaban: una casa especial, distinta y perfecta para su familia. Originarios de San Francisco, ya llevaban algunos años viviendo en Hawai, en la zona de Mauna Kea, cuando decidieron empezar a buscar algo más grande.
Fue así como llegaron a esta construcción que no pasa inadvertida y que había sido construida a fines de los años 70 por un barón alemán para su amante, que era parte de la realeza tailandesa. La casa entonces fue construida con elementos balineses, con un jardín japonés y un estanque koi.
Pero cuando la familia encontró esta casa, necesitaba urgente una remodelación. Llamaron a Philpotts Interiors, a la arquitecta Paige Wilburn y el paisajista David Tamura con un objetivo claro: restaurar la casa a su gloria original y, al mismo tiempo, modernizarla.
En este proceso lograron mantener gran parte de la estructura original de la casa, que había sido construida con los mejores materiales disponibles en esa época. La teca, extraída de antiguos bosques, se utilizó generosamente en toda la casa para techos, pisos, ventanas y contraventanas, así como también en los balcones.
Toda la iluminación, que tenía calidad de museo y había sido importada de Alemania, seguía siendo perfecta para resaltar una colección de arte. Así comenzó el proceso de preservación de sus elementos y carácter únicos. Además, al vivir en la casa durante un año, los dueños se fueron encariñando cada vez más con su diseño y su exterior tan original.
Para seguir con el estilo de la casa, el equipo de Philpotts Interiors seleccionó una variedad de elementos de diseño asiático, que combinaron con piezas de diseño contemporáneo para lograr un lenguaje interior cohesivo. Las pinturas batik teñidas a mano por la artista Yvonne Cheng encontraron su lugar en el living y en la cocina. Los postes Ohia recién lijados, los pisos de roble, la teca restaurada y los techos elevados agregaron nueva vida e impacto y una renovación muy necesaria.
El equipo a cargo de la restauración decidió respetar la arquitectura original de la casa, con los pasillos que envuelven un patio interior y los corredores al aire libre, que conectan perfecto el interior con el exterior.
El paisajista David Tamura reinventó el paisajismo y el estanque con peces koi original, y junto con la arquitectura y los interiores recién estrenados, lograron crear un ambiente acogedor para visitas familiares y para pasarlo bien.
