Esta semana estrenamos una nueva serie en ED: Dónde comen los cronistas gastronómicos. Porque son por lejos los que tienen los mejores datos, se saben todas las novedades y siempre gozan compartiendo sus hallazgos.
Para partir esta nueva serie, conversamos con Loreto Gatica (@gaticalomegusta), periodista especializada en gastronomía, que se define “gozadora y datera”.
Es lunes. Hay que partir con un café. ¿Dónde vas?
Felix Café en Coyancura 2223, Providencia. El café de Consuelo Goeppinger y Rodrigo Cea. Consuelo, periodista gastronómica, es ahora toda una emprendedora gastronómica y Felix es todo lo que es ella: un espacio chiquitito pero bien cuidado, café perfecto, al paso rápido y con pop up algunos fines de semana.
También me gusta mucho Mezcla (@mezclacafeteria): escondido, full oasis en Bellavista y el Café Altura (@cafealturachile) en Manuel Montt y La Vega.
Te piden que lleves a almorzar a un extranjero que nunca antes ha estado en Chile. ¿Dónde lo llevas?
A Franklin, mejor si es fin de semana. A comer una marraqueta recién salida del horno chileno en la Panadería La Superior, que tiene más de 100 años (Av. Santa Rosa 2089), y después cruzar al Parrón (Av. Santa Rosa 2135), local de más de 60 años, con una terraza y parrón atrás, donde atiende don Mario y su hija. Lo llevaría a tomarse un terremoto, probar una cazuela o sanguchito de arrollado.
Si es fin de semana está abierta la Factoría Franklin, ideal para el bajativo en la barra de vermut La Vermutería del Pobre Vermut, o alguno de los gins que se hacen ahí, como Quintal.
Franklin tiene esa autenticidad, de patrimonial, barrio, pero a la vez hay espacio para lo nuevo. Es auténtico.
Tienes media hora para almorzar y un presupuesto escuálido. ¿Dónde vas y qué pides?
A comerme un completo en Elkika. Si está muy lleno corro a la galería Francisco de Aguirre (Av. Providencia 2528), donde siempre descubro algo.
Mi último hallazgo fue @youhue_chile en el segundo piso (entrada por Luis Thayer). Ahí cocina Yang, intérprete de mandarín. Por $7.900 comí un Teishoku, menú con vegetales encurtidos, platito de arroz chaufá y de fondo un sopón de «cazuela china», con carne de vacuno, blandita, nabos y papas. Me siento en la barra y alcanzo justito en 30 minutos.
¿Dónde te vas a tomar un helado y qué sabor pides?
In Fiore, la heladería de la trattoria In Pasta, en Av. Santa Isabel 0327. ¡Nocciola! El helado de pasta de avellanas.
Si tengo ganas de arriesgarme, voy a Fiol Dulcería, en Av. Condell 1065 a probar el sabor que tenga ese día.
Te llama tu mejor amigo/a porque quiere que le recomiendes un restorán para celebrar su aniversario. ¿Dónde lo mandas?
Al restorán Áurea (El Manantial 1781, Vitacura). Está en el Hotel Acacias, un hotel antiguo, tiene estacionamiento ahí mismo y te puedes quedar en el hotel. Panorama completo.
Además la terraza está al medio del jardín, sin ruido y la cocina mediterránea está a cargo de Ismael Lastra y Tomás Saldivia, dos capos.
Me gusta porque está la opción de picotear: ostras, tártaro, el paté de la casa es un hit, con coctelitos o ya tentarte con platos, ¡uy! Tiene un arroz meloso, maravilloso.
Es un martes cualquiera y estás en el centro de Santiago. ¿Dónde almuerzas?
¡Una empanadita en el Rápido en Bandera! Una y una: una de queso, otra de pino. Si tengo más tiempo me voy derechito a la Unión Chica (Nueva York 11). Me encanta su ajiaco, y muero por su tortilla de porotos verdes.
Para mí el centro grita fuente de soda, pero últimamente también he probado cosas nuevas como D’mentes Café Bistró (Alameda 395, frente al cerro Santa Lucía) que tiene una carta cortita, vegana, de platos de $3.500 y $5.000 que están muy buenos, como unos ravioles de betarraga con ricotta de cajú y camote o unas gyosas rellenas de espárragos, campeonas.
Un bar que no decepciona.
Siete Negronis. Pruebo el negroni invitado, y no me voy sin mi favorito: Jardín de los aviadores, que al final es un sour más floral, pero lo tomo desde que abrió. Un peligro, porque una no se conforma con una.
Bar Enigma está buenísimo también, otro estilo, más speakeasy, más parafernalia, pero me gusta la coctelería de Pablo Prufer.
Descubre la ruta por los mejores bares speakeasy de Santiago.
La torta que pides para tu cumpleaños.
Desde niñita es la misma. La torta de chocolate del Mozart. Bizcocho de chocolate, con crema de chocolate y trozos de chocolate.
El último año cambié, porque la Dulcería Huevo Moll sacó una torta de selva negra a la vieja usanza, con guinda ácida y pedacitos de chocolate amargo. ¡Deliciosa!
Y por último, un recomendado fuera de Santiago.
La Caperucita y El Lobo en Valparaíso: la casa, la cocina, la vista, es un must.
También Circular de Cristian Gómez y la cocina de toda la vida de Los Deportistas, son los lugares que uno siempre añora de Valparaíso.
Chiloé para mí es un tesoro de la cocina regional, Las cocinerías de Dalcahue, el restorán Travesía de Lorna Muñoz y la heladería Picaflor.