Diseñado por la arquitecta italiana Giulia Carboni, quien llegó hace nueve años a Chile, este departamento en Providencia tiene guiños y detalles inspirados en el interiorismo italiano de los años 50 y 60. Diversos juegos de volúmenes, curvas y ventanas redondas están presentes en todo el proyecto que Giulia pensó y ejecutó de principio a fin, y que destaca por su innovadora propuesta.
Tras vivir más de 20 años en San Francisco, en Estados Unidos, los economistas Miguel Socias y Cuky Pérez decidieron volver a Chile para estar más cerca de sus familias. Compraron un departamento en Providencia y se embarcaron en el proyecto de remodelarlo a distancia de la mano de Carboni. Por nueve meses trabajaron los planos a distancia y lo remodelaron 100%, moviendo tabiques y cambiando su distribución.
“El pedido que me hicieron fue: queremos cocina abierta y terraza con parrilla, una sala para ver televisión, un escritorio, un gimnasio, una pieza y una tina japonesa«, cuenta la arquitecta, quien terminó el proyecto en marzo del año pasado.
Con aires mid century
“Cuando uno se hace una casa nueva, hay que generar la sensación de que siempre estuvo. Ahí está la clave, darle la intención”, agrega Carboni en relación a la incorporación de las piezas que los dueños de casa ya tenían, varias de ellas de estilo mid century, que hace referencia a la época de mediados del siglo XX.
La bienvenida al departamento la da un mueble curvo de color turquesa, que se pensó para separar los ambientes y entregar espacio de guardado. Y aunque el mueble llama la atención, aquí la cocina es la gran protagonista.
Donde antes había una terraza, se agrandó la cocina que hoy da al living y al comedor. Al centro instalaron una gran isla con palillaje, junto a muebles lacados gris con madera de nogal, de Bontempo. La cubierta Deep Blue de cuarcita –una piedra natural apta para cubiertas– que se lleva todas las miradas es de Mármoles Brescia y la eligió el dueño de casa. Los apliqués que se instalaron son de la firma de iluminación de Nueva York Blueprint Lighting. Los pisos negros son de Artek, en honor a la mamá de origen finlandés de Miguel.
Un detalle fue que en la cocina se usó el mismo piso de madera de Casablanca, pero para cuidarlo instalaron una suerte de “marco” de mármol travertino.
La cubierta de la mesa de comedor de alerce americano la tenían y la arquitecta le incorporó unas patas de roble teñido, las sillas son las icónicas Breuer que compraron en el marketplace de muebles y piezas vinagre de diseño 1stdibs y la lámpara en Nueva York. Los cuadros son de Catalina Abbott.
En el living el sofá lo tenían, pero lo retapizaron verde. La alfombra es de Lulu and Georgia y la mesa la diseñó especialmente para el espacio Giulia Carboni. Todo mezclando con un talento único, el color.
Sobre el sofá en L, una gran obra de Fran Ahlers junto a dos de Matilde Benmayor. “Me gusta mucho el arte, he ido coleccionando distintas piezas a lo largo del tiempo, todas artistas chilenas”, relata la dueña de casa.
El descanso
En este hogar, ni el dormitorio principal, ni la salita de televisión podían ser blancos. Color, color y más color. En la pieza principal destaca un mueble en obra lacado color terracota, fabricado por Bontempo, que se diseñó como el respaldo con los veladores empotrados con el mismo acabado.
En la sala de estar, optaron por paredes verdes y un mueble en el mismo tono. La pieza central es un clásico sofá Camaleonda azul, diseñado por Mario Bellini en los 70, que compraron en Estados Unidos.
En el escritorio se diseñó una cama estilo Murphy, para recibir invitados, que se guarda y abre según el uso que le quieran dar.
Los revestimientos
El espacio se diseñó de forma íntegra, de ahí que no hay nada al azar y todo mantiene un hilo conductor. Tanto así, que sus dueños cuentan que los invitados piensan que los baños son los originales. En el baño de visitas se optó por un porcelanato de look tipo mármol de Estudio Varo, cerámicas marrón y las paredes se pintaron en palo de rosa. Para el baño principal elegieron tonos más oscuros, cerámicos negros y muebles en un láminado con look de madera.
En la terraza, las cerámicas verde botella del quincho también son de Estudio Varo, y la mesa del espacio la fabricó Quebrada con una cubierta de cerámicas en un tono ciruela.
“Tanto la arquitectura como el interiorismo de este departamento fue una gran oportunidad para desarrollar lo que tenía en mente y poder mostrar mis diseños. En un trabajo de meses, detallamos todo, todo está diseñado, hasta los más mínimos detalles. Pocas veces los clientes confían tanto. Lo pasamos bien y creo que el resultado se debe a eso”, cuenta Giulia.
