No es difícil entender por qué esta casa le valió al arquitecto Henri Comri un codiciado premio del Instituto de Arquitectura del Cabo. Inspirada en Le Corbusier, sus enormes paredes blancas tratadas con cal, sus espacios amplios, el ladrillo a la vista, el metal industrial integrado, los techos de hormigón en bruto, la madera sin tratar, la piedra caliza y el cristal constituyen una fuerte declaración modernista sin que resulte incongruente con el entorno, una propiedad rural de 2,4 hectáreas, ni con la arquitectura vernácula del Cabo que caracteriza a la zona.
Para su dueño Dane Erwee esta casa es una combinación de modernidad y campo, y explica que junto a su pareja, Chris Willemse, imaginaron “un exterior moderno pero con un interior de granja”.
La creatividad les resulta fácil a Dane y Chris; es su segunda naturaleza: son los dueños de Okasie, una florería y empresa de eventos en Stellenbosch, y eso se nota en esta casa, donde casi no han tenido que esforzarse, sino que se dan dedicado a disfrutar de la libertad de jugar.
En esta construcción, un toque ligero, casi travieso, lo impregna todo. A cada paso hay una viñeta inesperada, como un globo terráqueo y una maceta sobre una silla antigua de madera desgastada bajo una fila de obras de arte, o un acento de color (como la chimenea amarilla brillante) que llama la atención. Sin embargo, a pesar de su falta de ortodoxia y de su carácter a veces teatral, cada centímetro de la decoración se basa en una cuidada selección. «Auténtico y no forzado», así describe Dane su filosofía de diseño. «Estilo frente a decoración: colecciones que cuentan historias».
Y es que aquí las colecciones están en todas partes. “¡Qué no colecciono!”, dice Dane. “Me gustan las cosas que cuentan una historia, cosas con suciedad y no algo que encontraría en un centro comercial”.
Pero por muy estratificadas, coloridas y dramáticas que sean las numerosas colecciones, no hay nada recargado ni “preciosista” en ellas. Las reglas de la simetría no se aplican religiosamente; de hecho, parecen haber sido olvidadas deliberadamente.
Cada elemento está revestido de un significado personal o histórico; comparten un alma común. “Nosotros no los encontramos, ellos nos encuentran a nosotros. La mayoría son reliquias heredadas, regalos y hallazgos de chatarrerías o depósitos de chatarra”, explica Dane. “Por ejemplo, yo crecí con los platos azules y blancos que cuelgan de la pared del salón; era la colección de mi madre. Hace poco la desempaqué y la enredadera que crece en ella es una nueva versión de algo antiguo. En cierto modo, supongo que también puede ser un guiño a la herencia holandesa sudafricana, pero esa no era mi intención específica”.
Y aunque una casa llena de colecciones puede parecer abrumadora, Dane y Chris se han asegurado de que haya mucho espacio neutro que sirva de pausa para la vista. Por muy llamativa que sea, ninguna viñeta eclipsa la arquitectura de la construcción ni su arraigado sentido del lugar.
Desde el luminoso vestíbulo de tres volúmenes, con sus suelos de piedra caliza pulida y sus techos de hormigón en bruto, hasta el pasillo de pino sin tratar que conduce al estudio privado, el dormitorio principal, el baño, el cuarto de aseo y el clóset, pasando por el comedor y la cocina integrada, con su viga en L a la vista y las paredes patinadas tratadas con cal comunes a todos los espacios, el edificio en sí es la estrella y su relación con el entorno natural. No cabe la menor duda de en qué parte del mundo está.
Los paisajes sudafricanos dominan la temática de los numerosos cuadros agrupados en el estudio. Las amplias terrazas se extienden tanto por el comedor y la cocina como por el estudio, el dormitorio principal, el baño y el vestidor de la planta superior. Desde la escalera hasta los baños, se abren grandes ventanales que permiten disfrutar de las vistas. Y como no es de extrañar, ya que tanto Dane como Chris se criaron en granjas, el exterior está aún más cuidado que la casa: “Pasamos mucho tiempo en el jardín y estamos casi siempre al aire libre”, dice Dane. “Nos gustan las cosas honestas y fieles a nuestras raíces y estilo de vida”.