Preparación:
En un bowl mezcla la harina con la sal, levadura y azúcar. Forma un hoyo al medio y agrega la leche tibia y la mantequilla. Mezcla con un batidor de mano o espátula hasta que ya no te ayude. Termina de mezclar con tus manos. Alternativamente, esto lo puedes hacer con una batidora de pedestal usando el accesorio de gancho.
Amasa a mano por 10 minutos o en máquina por 5 minutos a velocidad media.
Pon la masa en un bowl, cúbrela y deja que leude por 1 hora o hasta que haya doblado su tamaño inicial.
Divide la masa en 12 partes iguales. Para esto yo peso la masa y la divido para tener bollitos de exactamente el mismo tamaño.
Para formar los bollitos, aplana la porción de masa con tu mano y luego únela al centro como formando un paquetito.
Dale vuelta al paquetito de manera que la unión ahora esté en contacto con la mesa. Sin espolvorear harina sobre la superficie, jala el bollito hacia ti con tu mano para cerrar la unión de abajo. Repite lo mismo con todas las secciones de masa. Alternativamente, en lugar de formar bollitos, puedes estirar la masa hasta que tenga 2 cm de grosor y usar cortadores para formar los panes. Sin embargo, yo prefiero el método de los bollitos.
Pon los bollitos sobre una bandeja con sémola o polenta, cúbrelos y deja que leuden en un lugar cálido por 30 minutos.
Precalienta una sartén a fuego bajo. Pon los bollitos encima, primero por la parte con sémola o polenta. Deja que se cocinen por ese lado por 4 minutos.
Rocíales más sémola o polenta encima y dales la vuelta. Si se despega la sémola o polenta acomódala para que quede debajo de los bollitos. Aplasta ligeramente los bollitos con una espátula para que tenga la forma que queremos. ¡Ligeramente, ojo! Deja que se cocinen por este lado por 4 minutos.
Una vez todos estén listos, cocínalos en un horno precalentado a 180°C/350°F por 5-15 minutos, va a depender de tu horno. Puedes ver cómo va abriendo un muffin, no debería tener textura de masa al centro.