La ecuación es perfecta: un edificio con historia ubicado en uno de los barrios más cool de Londres, sumado al talento de un consagrado como el neoyorkino Ian Schrager… imposible que el resultado no fuera igual a éxito seguro. Inaugurado en septiembre del 2013, The London Edition es la segunda colaboración de Schrager con Marriott, pero, como era de esperar, está planteado como un hotel boutique y en él no hay nada que haga pensar en la gran cadena hotelera de alcance mundial. Todo lo contrario, el Edition tiene mucho carácter y la elegancia necesaria para atraer a lo más vip.
Ocupa un antiguo edificio de 1835 en la zona de Fitzrovia y que incluso desde 1909 funcionó como el Berners Hotel, un hotel de lujo en el cual alojó hasta al propio rey Eduardo VII. A pasos de los mejores restoranes y las tiendas más exclusivas, el Edition hoy conserva gran parte de los extravagantes detalles de la construcción original, al tiempo que incorporó un diseño interior muy sofisticado. El elemento central es el lobby, en el que el primer impacto lo da una espectacular lámpara diseñada por Ingo Mauer; con forma de esfera y hecha de plata pulida, acapara inmediatamente la atención. Una mesa negra de nogal –hecha para instalar laptops y todo tipo de artefactos de trabajo– y una mesa de billar, además de un bar, completan el espacio, dando la extraña sensación de un caos ordenado. Hay piezas únicas mezcladas con otras inspiradas en los iconos del diseño británico y europeo: los sofás en terciopelo verde hacen alusión a la simpleza del artista estadounidense Donald Judd, mientras las lámparas de pie doradas al genio de Salvador Dalí.
Pero esto es sólo el principio. También en el primer piso y con acceso desde la calle, el Berner’s Tavern es el lugar de encuentro durante todo el día. Bajo la dirección del premiado chef Jason Atherton, ofrece un menú contemporáneo muy british que deslumbra tanto como la preciosa puesta en escena del lugar. Dos lámparas gigantes de bronce inspiradas en la Grand Central Station de Nueva York dan mayor intimidad al espacio, al achicar visualmente la altura del lugar que es de ¡5,5 metros! Y un excéntrico montaje de fotografías de retratos, paisajes y naturalezas muertas cubren las paredes de cielo a suelo, dispuestas al modo de una colección privada. ¡Esto es puro dramatismo!
La decoración del Punch Room –llamado así porque la especialidad es, como su nombre lo indica, el ponche– tiene una decoración más tradicional, inspirada en los clubes privados del siglo XIX. Es el lugar para conversar largo y tendido, tomando alguna de las infinitas variedades de ponche que ofrecen en bowls de plata para 2, 4, 6 u 8 personas. Muy exclusivo, sólo se puede ir con previa reserva…
Después de tanta espectacularidad, el descanso. El Edition tiene 173 piezas –además de un penthouse de casi 200 metros cuadrados– que se sienten modernas, simples, nórdicas. Enchapadas en madera y con piso de roble, es como estar en la cabina de un yate. En el fondo, un lugar acogedor que ayuda a desconectarse del mundo pero que está a sólo pasos de él.
www.editionhotels.com