En Londres, y en una cuadra de casas pareadas que fueron construidas originalmente como viviendas para trabajadores, hay una que no es igual a las otras. Aunque la fachada no delata lo que hay en su interior, basta cruzar la puerta principal para enfrentarse al estilo único y colorido que la interiorista Kim Stephen ha dado a su propia casa.
“Me atrae el color por naturaleza… y en esta casa tengo una gama de colores muy amplia”, dice Kim. No exagera: desde el papel mural azul y verde brillante del baño de visitas, hasta los rosas y amarillos vibrantes del comedor, la cocina y el salón de planta abierta, un mix de colores salta a la vista por toda la casa.
Cuando se le pregunta de dónde viene su afinidad por el color, Kim responde simplemente: “El color me hace feliz y da vida a los interiores. Lo uso de forma intuitiva, me siento atraída por él cuando puedo elegir”. Cualquiera que haya intentado crear una decoración con una gama de tonos brillantes sabe que no es fácil conseguir este tipo de look. Kim dice que para que el color funcione en los interiores, “siempre es importante atemperarlo con tonos neutros y texturas”, y añade que aquí se aseguró de que ambos elementos se utilizaran con eficacia.
El mejor ejemplo de ello es el papel mural con textura de carbón vegetal que cubre una larga pared de la planta baja y luego rodea el otro extremo del salón para delimitar sutilmente la zona de estar. El papel mural es uno de los materiales característicos de Kim. “Es el ‘antídoto’ perfecto para mis colores intensos, y las obras de arte quedan estupendas con él. Aporta calidez y textura, y la luz rebota en el efecto de lino del papel”.
Sobre este telón de fondo neutro, Kim usó una combinación de piezas atrevidamente coloridas -la alfombra rosa ácido y las llamativas obras de arte abstracto que presentan varios tonos de amarillo-, así como una lámpara colgante que da vida al espacio. Pero todos estos elementos surgieron de forma intuitiva y “orgánica”, como afirma Kim. “En mi trabajo paso mucho tiempo planificando meticulosamente los interiores, así que disfruté mucho dejando que este espacio desarrollara su propia personalidad con el tiempo”, explica.
También fue una gran ayuda el hecho de que la casa se hubiera sometido previamente a una profunda renovación estructural. Esto significaba que su “distribución clásica de casa adosada londinense” se había mejorado con excelentes clósets empotrados, electrodomésticos modernos y tragaluces que dan a varias habitaciones una mayor sensación de amplitud y espacio.
La ubicación de la casa, muy cerca de la calle principal del distrito de Barnes, es otra de las claves de su atractivo para Kim, su marido Graham y sus dos hijos, Jamie (14) y Anna (7). “Barnes tiene un aire de pueblo”, dice Kim, “con una hermosa zona verde, un estanque con patos y una calle principal con tiendas independientes. Cuando nos mudamos aquí desde Sudáfrica, a Graham le encantaba la idea de vivir en un pueblo rural, pero yo realmente quería estar en Londres, y para nuestra sorpresa, cuando llegamos a Barnes, teníamos las dos cosas”.
El dormitorio principal es acogedor y cálido, con un respaldo tapizado en un atrevido estampado azul, cojines y mantas azules y amarillas. En el mismo piso está también la pieza de Anna, y la de Jamie está en el altillo. Ambas reflejan en gran medida la personalidad de sus hijos y son el resultado de la colaboración entre ellos y su madre. Jamie “quería una habitación que se sintiera como su propia guarida, y lo es”, dice Kim, mientras que Anna “parece adquirir y coleccionar todo tipo de juguetes, obras de arte y chucherías todo el tiempo, de ahí el énfasis en la exposición en su habitación”.
En la oficina de Kim, en la parte delantera de la casa, un papel mural monocromático repite otro de sus clásicos: el uso del blanco y negro como neutro. “Me parece alegre y ligero, y me da alegría mientras trabajo”, dice Kim sobre el papel mural de Schumacher.
Por último está el baño de invitados, con papel mural de ikat azul y un gran espejo con marco de latón. Kim dice que, desde el punto de vista decorativo, en general son los baños de visita los mejores lugares para volverse un poco locos. “Estás ahí tan poco tiempo que es una gran oportunidad para dar a alguien una ‘experiencia’. Quiero que salgan maravillados”, dice. Lo cual es probablemente una muy buena manera de describir el efecto de una visita a esta casa chic y sin esfuerzo.