Para algunos diseñadores proyectar la pieza de un niño es un encargo que les da muchas libertades: permite más uso de colores y más riesgo. Para otros, priorizar el uso del espacio es fundamental. 

Conversamos con seis reconocidos interioristas, socios de la Asociación de Diseño e Interiorismo de Chile (AdDI), quienes nos contaron cómo es diseñar piezas de niños: lo que no puede faltar, lo que siempre les piden y la libertad creativa al realizar este trabajo. 

Dominique Brinck

La diseñadora industrial Dominique Brinck (@domibrinck_interiorismo) ha trabajado casi toda su vida de forma independiente. “Me encanta lo que hago, cada proyecto es único y diferente para mí. Busco plasmar la identidad de cada cliente, sus gustos, hábitos, sus actividades y aspiraciones”, dice. 

“Ha sido toda una vida creando espacios para otros, con un estilo definido, sobrio y elegante, pero acogedor. Un estilo monocromático, pero siempre con toques de color”, comenta la diseñadora. 

Sobre diseñar piezas para niños, Dominique dice que, contrario a lo que se puede creer, el proceso es todo un mundo. “No es sencillo cuando los niños crecen tan rápido y van cambiando de gustos”, dice. Por eso, sugiere tener muebles atemporales de líneas simples, que permitan adaptarse al crecimiento del niño. 

Lo más importante en sus proyectos es definir el tema junto al niño, ver si este quiere animales, el mar, un circo o lo que sea. Con esa información, se puede elegir el papel mural, cojines o elementos decorativos. En cuanto al color, encasillar a los niños en celestes y rosados es algo que la diseñadora no practica, al contrario, ella recomienda usar tonos neutros que transmitan calma y orden, como los tonos tierra, verde olivo y terracota, sin dejar de atreverse a innovar. 

Por último, Dominique cree que todo el espacio de estas habitaciones debe aprovecharse al máximo, es decir, no solo darle prioridad al espacio de descanso, sino también usar un lugar para jugar, leer, pintar y estudiar. “Es super importante no olvidar que siempre hay que incluir un efecto lúdico. Un escritorio, cojines en el suelo, estanterías para libros para que puedan desarrollar su creatividad… Va a depender de la edad o de los gustos”.

Grazielle Freitas 

La arquitecta brasileña Grazielle Freitas (@gfreitasstudio) lleva casi 20 años en Chile trabajando como interiorista. En Belo Horizonte, Brasil, Grazielle estudió arquitectura y urbanismo en la Universidad Federal de Minas Gerais, donde también trabajó en oficinas de arquitectura e interiorismo. Cuando llegó a Chile, siguió trabajando en interiorismo, en el estudio que lleva su nombre.

En cuanto a los dormitorios de niños, usualmente los padres se comunican con Grazielle para comentar lo que necesitan y el espacio en el que trabajará. “Dependiendo de la edad del niño, algunos participan en la segunda reunión. A veces ellos se preparan y llevan cosas, me muestran sus colecciones o colores que les gustan, la verdad es que tienen una participación bien activa”, comenta la diseñadora. 

Generalmente los proyectos de Grazielle son con mobiliario que ella misma diseña y manda a fabricar, teniendo sus particularidades según la edad de los niños, pero siempre buscando que pueda durar muchos años. 

En general usa maderas de tonos claros, bases neutras y toques de color en los accesorios. “Esa es la idea, que sean buenos muebles y además para los más chiquitos aplicó bastante los principios de Montessori, que buscan que el niño tenga el máximo de autonomía posible”, explica Grazielle.

Continuando con los principios de la enseñanza Montessori, la diseñadora prefiere las cama bajitas, donde los niños puedan subirse o bajarse solos, percheros a la mano, cajas de juguetes con ruedas, espejos pequeños en los que el niño pueda verse y también libros a la mano.

En general, Grazielle intenta que las camas y el escritorio estén pegados a las paredes para dejar un espacio libre con una alfombra cómoda donde los niños puedan jugar. “Me encanta hacer estos dormitorios, porque hay relación con los niños, una chispa y entusiasmo que es muy rica de sentir. Es muy lúdico, muchas veces los adultos se resisten a ciertos colores y con los niños se permite usarlos”. 

Mariola Arteche 

Hace veinte años Mariola Arteche (@mariolaarteche_interiorismo) decidió dejar atrás su carrera como periodista y enfocarse en la decoración y en el interiorismo. Con 46 años, actualmente la diseñadora cuenta con una amplia experiencia en el diseño, desde proyectos inmobiliarios y comerciales, hasta residenciales. “En mí siempre estuvo el diseño, el espacio y el manejo de la decoración. Lo bello, lo bonito y lo ordenado siempre estuvieron en mis hobbies. Para mí era un panorama ordenar mi pieza y la de mis hermanos desde chica”, recuerda Mariola. 

Mariola fue también la dueña de la tienda de muebles Terciopelo. “Desde ese momento comenzaron a llegar los encargos de clientes. Hice catálogos de decoración para París y Ripley y luego llegó una clienta que quería que le decorara la casa completa”, explica. 

Para las piezas de niños, la diseñadora prefiere los tonos pastel. Además reconoce la importancia de saber cuál es el tema que le apasiona al niño, diseñando temáticas divertidas donde haya animales, libros y juguetes. “Siempre creamos rincones de juegos, espacios de lectura que delimitamos con alfombras, doseles, carpas o casas de juego”, comenta la diseñadora.

Para estos espacios, la debilidad de Mariola son los papeles murales, por la enorme variedad que hay y porque es lo que más llama la atención de la habitación. Además, se pueden reemplazar fácilmente cuando la personalidad y los intereses de los niños van evolucionando. “Para mí las piezas de los niños son un desafío emocional. Hay una libertad más amplia para proponer y jugar con el diseño, ya que es aquí donde se proyectan los sueños como padres y como niños”. 

Jacqueline O’Ryan

La diseñadora autodidacta Jacqueline O’Ryan Schütz (@jacquieoryan), fue criada en el sur de Chile y comenzó su carrera de diseño en los años 80 trabajando en la tienda Atelier, lo que dio inicio a su pasión por el interiorismo. Ha hecho proyectos inmobiliarios, corporativos, hoteleros y residenciales.

Para Jacqueline, diseñar el espacio ideal para un niño, debe considerar mucha estimulación para la imaginación y la creatividad. “Para mí, lo más importante al diseñar una pieza de niños es identificar la personalidad con toques de fantasía y creatividad”, cuenta. Además, siempre tienen en cuenta que cada niño o cliente es único. “Siempre añado detalles que hablen de sus gustos e inquietudes”, explica.

Los espacios para jugar también son fundamentales para Jacqueline, y con el fin de mantener el orden, diseña muebles y repisas donde se pueda guardar los juguetes, libros y accesorios. “El nuevo diseño infantil requiere que diseñemos muebles al alcance de todos los niños, para que puedan jugar y disfrutar, además de cumplir la propiedad del orden”. 

¿Qué colores usar? Para Jacqueline, lo mejor son los colores vivos y alegres aplicados en cojines, alfombras y muebles, rompiendo la idea de tener tonos neutros. También le gusta agregar cuadros o gráficas personalizadas que hagan referencia a los hobbies o pasiones de los niños. “Mi sello es crear un espacio mágico, donde los niños puedan soñar. Normalmente utilizo muchos papeles murales, cuadros, espejos y adornos”. 

Elisa López 

La diseñadora Elisa López (@elisalopez_interiorismo) siempre se vio atraída por el mundo del arte, el diseño y los viajes. Al salir de la Universidad, trabajó 10 años a cargo del área de vestuario, marketing y merchandising en París, y después se independizó y creó la oficina Concepto Deco en 2010, con un equipo multidisciplinario de diseñadoras y arquitectas.

”Intento hacer proyectos versátiles donde el cliente me pide qué estilo darle a su casa. En las entrevistas que les hago tambien puedo captar qué es lo que quieren e intentamos llegar a un punto común”, comenta la diseñadora, quien se inclina más por los tonos neutros, desde colores grises, arena o paletas de blancos con negro.

En las piezas de niños, Elisa siente que sí puede integrar más color, muebles o papeles murales divertidos, sobre todo porque son habitaciones que no duran para siempre. 

“Me encanta hacer dormitorios de niños y que sean partícipes, porque nos enfrentamos a clientes donde la creatividad, la flexibilidad y el juego deben estar presentes. Poder incluir diseños de camas distintos, o papeles murales personalizados y mobiliario a la medida se da más fácil en estos ambientes, ya que al ser los primeros espacios en la vida de los niños queremos que disfruten, se entretengan, quieran llegar a su pieza y se sorprendan con cada rincón”. 

Daniela Astudillo & Ana María Küllmer 

La diseñadora Daniela Astudillo y la ingeniera comercial Ana María Küllmer (@astudillokullmer), se conocieron hace 12 años en un proyecto en la Universidad Adolfo Ibáñez y decidieron crear Astudillo&Küllmer, una empresa de gestión, interiorismo y decoración. 

Para las socias las habitaciones infantiles son todo un desafío que les permite investigar y salir de los lugares habituales en los que reside el diseño. “Vertemos toda nuestra creatividad en un espacio flexible y adaptado al crecimiento del niño. El dormitorio debe ser motivacional, pero a la vez transmitir calma, sin dejar de cumplir su funcionalidad”, explican las diseñadoras. “Tenemos una capacidad para adaptarnos a los requerimientos del cliente, guiándolos hacia la creación de espacios neutros pero con personalidad, en el que puedan acompañar a los niños durante su crecimiento”. 

Para Daniela y Ana María, es muy importante que los muebles respeten la escala de los niños, y la distribución de la pieza debe incluir espacios para el descanso, el aprendizaje, el juego y el almacenamiento. “Así se logra no solo un lugar estéticamente agradable, sino que también un espacio que promueve el bienestar del niño”. 

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