Enclavada en el corazón de la famosa Cuna de la Humanidad –un conjunto de yacimientos paleontológicos y arqueológicos designados por la Unesco en 1999 como Patrimonio de la Humanidad, que se encuentran ubicados unos 50 kilómetros al noroeste de Johannesburgo, en Sudáfrica– se encuentra la casa de Iwan Roux y su familia, que bautizaron como Reflection.
Este ambicioso proyecto paisajístico y arquitectónico está en un valle de gran riqueza biológica, y sus dueños se han encargado de hacer una cuidadosa restauración de las 6 hectáreas de vegetación que lo componen. Un sencillo portón de metal oxidado se abre para revelar un espectacular camino de entrada cuyos bordes están delimitados por intrincados elementos acuáticos, como lagos, arroyos, cascadas, manantiales, estanques, escaleras de agua y miles de nenúfares en flor que dan la bienvenida perfecta a los visitantes.
Las extensas obras hidráulicas, realizadas por Iwan Roux, uno de los pocos maestros constructores de represas de Sudáfrica, hacen eco de las características naturales del paisaje. En sus curvas y recodos revelan la antigua roca dolomítica del lecho del río, que ha permanecido oculta bajo la superficie del agua durante años, convirtiéndose ahora en una escultura natural entre prados ondulantes.
Patrick Watson es el socio paisajista de Iwan desde hace muchos años. Para este proyecto, Watson también diseñó la arquitectura de la casa, inspirándose en los cobertizos e invernaderos típicos de la zona. La arquitectura utiliza materiales humildes y tradicionalmente utilitarios, como listones de madera, acero visto, láminas de plástico y suelos de hormigón, para crear una conexión entre el paisaje y una de sus reliquias arquitectónicas: una casa de campo original del siglo XIX.
El resultado es una impresionante casa inspirada en una cabaña, que se integra perfectamente en el paisaje. La casa está rodeada de un muro perimetral que protege a la familia de los elementos y garantiza que la fauna salvaje, como las pitones autóctonas y los cerdos de monte, no interfiera en los espacios vitales.
En este proyecto tan personal, la atención se centró en una vida familiar que conectara los espacios arquitectónicos con el exterior en todo momento, incluso en las texturas de la casa, que utilizan cuero, piedra y amplios paneles de cristal para integrar el paisaje en la vivienda.
Al considerar los interiores que ayudarían a dar vida a la arquitectura, Irene Roux buscó inspiración en su entorno. Combinando lo nuevo y lo viejo, así como la naturaleza y la tecnología, Irene creó un espacio que es a la vez absolutamente glamoroso, pero que desprende encanto y calidez: el lugar perfecto para criar a los dos hijos pequeños de ella e Iwan.
La hábil mano de Irene combina sin esfuerzo elegantes asientos de Ligne Roset con acero, muebles de exterior y elementos de madera tallada y escultórica para crear un lenguaje de diseño lujosamente natural que se mantiene en todas las habitaciones de la casa. La domótica futurista y otros elementos tecnológicos trasladan el espacio al futuro, pero siempre se apoyan en accesorios naturales, como los cristales de cuarzo gigantes que se encuentran en los paseos por el jardín.
La familia Roux empezó a urbanizar el terreno hace unos 20 años. Con el tiempo, han redirigido un manantial subterráneo hacia los numerosos lagos y elementos acuáticos, transformando los antiguos pantanos en un parque. Además, han creado espacios para la protección de la fauna, como islas para pájaros dentro de los lagos, donde las aves locales pueden vivir lejos de los animales terrestres que amanazan su reproducción.
“Cuando llegas allí desde Joburg, la propiedad tiene magia, creo que porque no te esperas que esté donde está. Cuando fui a la zona por primera vez como estudiante, tuve la oportunidad de vivir en la propiedad, y recuerdo que conducía por la carretera de Cradle, que entonces era una carretera polvorienta, y no podía creer que todo esto existiera tan cerca de la ciudad. Cogimos algo que era muy bueno, pero un diamante en bruto, y lo pulimos a fondo. Ahora brilla”, dice Iwan.