A pesar de que hoy es una apasionada en lo que hace y no se ve haciendo otra cosa, Ignacia Salas en un comienzo pensó en estudiar arte porque pinta desde niña y también periodismo. Finalmente se decidió por Arquitectura, carrera que le encantó porque le enseñó a observar. Y luego de trabajar para otros interioristas y arquitectos, hace cuatro años fundó Renovare (@renovare.cl). ”Quería crear una oficina de arquitectura anterior para formar un equipo y que nos identificáramos con el nombre de un concepto”, cuenta. El significado alude a renovar, reutilizar, remodelar con un perfil accesible: “ayudamos a los clientes a jerarquizar la inversión”, dice Ignacia.
¿Cómo sientes que ha sido tu camino profesional?
Infinitamente gratificante, me despierto, vivo y respiro pensando en lo que hago. Siempre estoy pensando en el tema, en algo nuevo, buscando referencias, averiguando.
Si pudiera atribuirle un concepto, quizás lo que más se asemeja sería una mimesis.
En arquitectura hay siempre dos grandes opciones para tomar un proyecto: contraste o mimesis. El contraste es rupturista, establece una diferencia con su entorno, está separado a través de un límite o sombra. La mimesis es el camuflaje, desaparecer en el entorno. Te fundes con él. Eso quiero yo hacer con mi trabajo. No busco ser la guinda de la torta o imponer sin fundamento, sino por el contrario: Buscar las herramientas para poder interpretar lo que quiere el cliente, lo que necesita. La mimesis es silenciosa, la mimesis tiene raíces sólidas, la justificación no es antojadiza, sino se establece en criterio claros que se adaptan.
¿Qué es lo más importante para ti en cada proyecto?
Que el resultado sea el esperado, es una de las cosas más difíciles. Hay miles de variables que determinan eso, sobre todo en proyectos largos. Hay que saber ir jerarquizando y soltando, para que el resultado quede como lo imaginaste el primer dia
¿Si tuvieras que definir tu estilo, cómo lo llamarías?
Soy huérfana de estilo, no me gustaría tener un estilo. Me gusta adaptarme a la marca de cada proyecto, sea inmobiliario o en hotelería. Adaptarme a los muebles o historia que traiga un cliente. Me gusta entender cómo se comporta en el día a día la persona en su espacio, dónde y cómo descansa, cómo comparte, etc.
En Renovare nos gusta que los proyectos tengan algo de herencia, de recuerdo, del pasado, que no se vean nuevos. Sea por elementos o por texturas que aporten ese paso del tiempo.También hay algunos recursos que siempre usamos, las repisas largas que atraviesan en la horizontal, los corchetes que marcan el vano, cambios de sentido de tramas, las líneas, las franjas, hay ciertos elementos que se pueden ir repitiendo en todos los proyectos.
Cuéntanos acerca de tu experiencia en el mundo de los hoteles.
Tuve la suerte de que recién salida de la universidad me fui a trabajar directamente al Hotel Alto Atacama (actualmente Nayara) en San Pedro, para revisar todas las terminaciones del hotel, con una arquitectura de las habitaciones que no se podía modificar. Estuve tres años ahí como arquitecta a cargo de la obra: visitas a terreno, coordinar especialidades, diseñar las piscinas y spa. Un proyecto único, en un lugar inigualable. Para las piscinas nos inspiramos en las Termas de Puritama, y el spa lo hicimos como un volumen semihundido, con un recorrido sin peldaño alguno.
Hotel Nayara Alto Atacama, San Pedro de Atacama
Ahí me enamoré del rubro. El diseño de hotelería tiene algo muy particular que es estar siempre pensando en el huésped, qué necesita, cómo se siente cómodo, cómo lo sorprendo, por qué viene a este lugar, qué espera de él, cómo le generó memoria. Eso me cautivó. Es un rubro en donde uno puede sorprender, jugar, atreverse.
Y este concepto he tenido la suerte de replicarlo a proyectos inmobiliarios de multifamily también, y en muchos residenciales nos piden un baño de hotel o que se quieren sentir así de confortables.
¿Una de las cosas en las consideras importante invertir en cualquier proyecto?
La iluminación, es el alma secreta. Una buena iluminación puede hacer cambiar un proyecto. Hay proyectos en donde solo es proyecto de iluminación. La calidad, la fuente, la temperatura, se nota. Un terrícola normal quizás no lo sepa, pero sí lo nota, y sube mil peldaños la categoría, de cualquier proyecto. Un proyecto de interiorismo junto con un proyecto de iluminación es una carta segura al éxito y, por eso, lo incluimos en la mayoría de nuestros proyectos.
