En el 2019 Diego Baraona recibió el encargo de construir tres casas para tres hermanos en el sector oriente de Santiago. Casi cuatro años más tarde, el 2023, fueron habitadas por sus dueños. “En ese tiempo el proyecto tuvo que pasar por la pandemia de COVID, los tiempos que eso requirió y las adaptaciones que la construcción demandó, ahí hay más de una anécdota de cómo esto flotó finalmente”, cuenta Baraona.
Al ser particularmente lento, Diego asegura que “el proyecto se fue revelando de a poco. Los clientes lograron entender parte importante del proyecto una vez terminado o casi terminado. Hubo mucha confianza durante el proceso”. De todas formas el paso del tiempo fue un factor usado en favor de importantes desafíos. “Son casas donde se experimentó y se trabajó mucho con diferentes oficios como talabarteros, carpinteros, tejedoras, etc. Son procesos muy colaborativos que requieren tiempo, aquí particularmente se dio el espacio y el resultado fue muy enriquecedor”, cuenta el arquitecto.
Para las cubiertas de los espacios centrales se construyeron de manera muy artesanal tres cúpulas de fibra de vidrio, lo que asegura “fue muy complejo de coordinar y de montar”. La inspiración vino del imaginario “de una lámpara de pergamino y la atmósfera que estas generan, con toda esa información que había en las pantallas, es una imagen que tengo bastante grabada”, explica.
Se tomó la decisión de que las cuatro fachadas fueran vidriadas, algo con lo que Diego cuenta que los clientes tenían ciertas aprensiones por el tema de la privacidad, “pero por otra parte se ganaba mucho dependiendo de cómo se tratarán los distintos espacios a donde se abrieran estas fachadas”. Así, al acceso se le dio un tratamiento diferente y siempre lo plantearon como un jardín, “un espacio deseable de mirar. Lo que, acompañado de que parte de la casa se encuentra elevada, permite que funcione muy bien, tiene mucha vida”.
Cuenta que la forma cómo se adaptan las tres casas con la versatilidad que le otorgan las puertas correderas y las cortinas transformando los espacios, son los aspectos favoritos del resultado final. Estas cortinas, hechas a telar, son las que cierran la cocina y todo el programa asociado a ella y también están presentes en el baño principal.
Finalmente, aunque son tres casas concebidas juntas cada una ha sido decorada por sus dueños de distintas formas. “Las entienden y las organizan distinto, pero siempre hay algo que no cambia, eso me gusta mucho. De alguna forma considero que el uso que imaginamos desde un comienzo se da, por supuesto que pasado por el filtro necesario de cada usuario, pero no está tan lejos”, finaliza.