Matea como es, apenas llegamos a su casa ya nos tenía sus favoritos listos para la foto, además de un jugo helado en la terraza. Y es que Soledad Zanetta, la responsable de los increíbles géneros de Le Cotonnier, es así: amistosa, relajada y siempre con las puertas de su casa bien abiertas para recibir a todo el mundo. Esta personalidad franca y jovial se refleja completamente en las telas que diseña, llenas de colores y texturas. Crear cada una de ellas es un trabajo que le toma tiempo y que define casi como un parto. Su pasión partió hace más de 20 años, cuando empezó a crear telas para un amigo. Soledad había enviudado hace poco y en la Algodonera Colón, que fabricaba los géneros que ella diseñaba, conoció a Pablo Uriarte, hijo de los dueños de esa tejeduría.
Entre tantas telas nació el amor y, como dice Soledad, “terminamos casándonos”. De esta unión nació también Le Cotonnier, que los tiene hasta hoy trabajando juntos. Aunque podría parecer agotador, Soledad cree todo lo contrario: “Tener el mismo tema es entretenido, porque además viajamos juntos y nos fijamos en las mismas cosas. Al final, esto te une”.