Si hay algo claro es que en Chile cada día hay más interés por la decoración y la estética. Las distintas muestras de este rubro tienen buena acogida entre el público nacional para saber qué pasa con la decoración, conocer nuevos nombres y tendencias. Casa Cor abrió sus puertas por primera vez en Chile en el Santiago Paperchase Club. Un entorno único para esta plataforma que permite a diseñadores, arquitectos y paisajistas dar a conocer lo mejor de su trabajo. Aquí una selección de los mejores espacios según Revista ED.
El maravilloso parque no es más que el trabajo de sus antiguos dueños, Salvador Izquierdo y Delia Matte.
Comedor: Hugo Grisanti y Kana Cussen Uno de los espacios más celebrados de la muestra, por su estilo natural y moderno. Una mesa de 2,8 metros de largo hecha de tronco de ciprés, la enorme lámpara de Opendark y el sueño de mármol, además de los dos muebles de madera con miles de detalles, convierten a este comedor en uno de los imperdibles de la muestra y ganador del permio al Mejor Espacio Casa Cor Chile 2011.
La gran terraza: Loreto Hurtado, Patricia Vargas y Rafael Hurtado Un enorme muro vegetal, cubierto con helechos, enmarca esta terraza elegante y natural. La mesa de comedor sigue la misma línea creada por la empresa Mazza, junto a las sillas de bambú de Kenneth Coponbue se alejan de los clásicos diseños y materiales pensados para los muebles de este sector de la casa. Lo rodean las impresionantes esculturas de Pilar Ovalle, además de los fogones de etanol que le dan más ambiente.
Loft del auténtico gourmet: Juan Carlos Bengolea y María José Nef “Darle un look industrial pero con un aire más cálido” fue la idea de este decorador y la diseñadora y dueña de la tienda Filippa, María José Nef a la hora de armar este espacio. Transformaron lo que antiguamente era una oscura bodega y una despensa en este loft gourmet, dividido en un bar con una barra de porcelanato gris y asientos en obra, y una cocina-comedor con una gran mesa de madera y pisos altos. Como se trataba de un espacio de sólo 18 metros cuadrados, buscaron darle amplitud y para ello levantaron los techos, usaron espejos, dejaron las tuberías a la vista y pintaron el cielo de un plateado metálico. Además, revistieron un muro en arpillera y eligieron colores neutros, tipo grises, beige y tierra para dar una sensación de calidez. A cargo de toda la arquitectura interior, estos creativos usaron muebles de la tienda Filippa para la decoración.
Suite de hotel: Enrique Concha No cabe duda, este es un espacio 100% masculino. Así lo pensó la oficina de Enrique Concha con el arquitecto Germán Margozzini a cargo, una pieza de hotel en Hong Kong para un hombre de negocios. El lugar, empapelado con papel de origen español de La Canel, se dividió en dos sectores: un estar con sillones, estantería de nogal y grabado geométrico de Omar Petrelly, un aporte del dealer Matías Delgado; y en el otro, una cama de nogal con una cajuela utilizada como velador, dos esquineros orientales de la provincia de Sian y con una tina justo al frente. Los sectores fueron divididos con el respaldo de la cama de madera lacada cuya mitad superior es de celosía.
Suite de hotel: Enrique Concha No cabe duda, este es un espacio 100% masculino. Así lo pensó la oficina de Enrique Concha con el arquitecto Germán Margozzini a cargo, una pieza de hotel en Hong Kong para un hombre de negocios. El lugar, empapelado con papel de origen español de La Canel, se dividió en dos sectores: un estar con sillones, estantería de nogal y grabado geométrico de Omar Petrelly, un aporte del dealer Matías Delgado; y en el otro, una cama de nogal con una cajuela utilizada como velador, dos esquineros orientales de la provincia de Sian y con una tina justo al frente. Los sectores fueron divididos con el respaldo de la cama de madera lacada cuya mitad superior es de celosía.
Comedor de diario: María José Tagle y Gabriela Balbontín Las decoradoras le dieron un aire industrial a esta intervención, en gran parte gracias al fierro presente en los muebles complementados con objetos antiguos. Con el ingenio que las caracteriza colgaron una original lámpara de botellas de vidrio sobre una mesa con una colección de moldes para guantes. Poemas de Neruda enmarcan el lugar, escritos sobre pizarra negra que contrasta con el amarillo de los muros, del techo y el suelo. Muy simple, de pocos elementos, pero con un estilo claro.
Repostero: Lole Plesch Aunque la idea original era recrear un clásico espacio dedicado a la repostería, el juego de luces y el ambiente terminaron por convertirlo en un espacio de sensaciones. Futurista gracias a la iluminación y a los materiales elegidos para proyectar este espacio, la decoradora eligió porcelanatos, cerámica y atractivas cajas retroiluminadas hechas con resinas recicladas de Hunter Douglas.
Repostero: Lole Plesch Aunque la idea original era recrear un clásico espacio dedicado a la repostería, el juego de luces y el ambiente terminaron por convertirlo en un espacio de sensaciones. Futurista gracias a la iluminación y a los materiales elegidos para proyectar este espacio, la decoradora eligió porcelanatos, cerámica y atractivas cajas retroiluminadas hechas con resinas recicladas de Hunter Douglas.
Mirador del parque: Francisca Errázuriz y María Ignacia Peña Fue un espacio grande el que debieron intervenir las decoradoras, el que además contaba con pilares que son parte de la estructura de esta antigua casona. Así, lo dividieron en tres espacios, un comedor, un estar y una zona de lectura. Eligieron muebles de Delineare, cortinas de terciopelo de La Canel, además de unas traslúcidas de Luxaflex y madera de Brasil para revestir los muros.
Mi hobby: Carolina Bruna y María Ignacia Izquierdo Las decoradoras tomaron el estilo de vida de un viajero para diseñar este espacio. Un lugar para planear la próxima aventura, pero también al que den ganas de volver después de un largo recorrido. Pensaron en un ambiente cómodo y acogedor, con espacio suficiente para guardar los recuerdos de cada viaje. Así, tiene un área de trabajo con una mesa de encina y lámparas de latón negro, un sector de descanso con cojines de lino de La Compañía del Comercio, alfombras de colección de Ignacio Larraín y repisas de encina patinada con detalles de melamina negra.
Suite de la etiquetadora con vestidor: Francisco Camiroaga y Francesca Bassi Completamente alejado del clásico estilo ecuestre, por los colores y el diseño de sus muebles. Como la cama con capitoné de cuero negro, las lámparas y veladores de Pura D, el librero de cuero de Andrea Etcheverry y los dos chales al pie de la cama, el naranja de moher y el negro de astracán. Lo único que lo relaciona son los dos cuadros de Angélica Lieble.
Lobby del hotel: Max Cummins Elegante y simple fue el resultado de la reinterpretación que hizo el arquitecto a este lobby de hotel. Intentó usar poco mobiliario, lo que es característico del diseño interior de estos espacios, además del uso de la iluminación de forma dramática pero a la vez cotidiana. Lo consiguió con muebles contemporáneos, como una mesa de tres patas y cubierta de mármol, sobre ella jarrones de colores diseñados por Paz Vial con flores de Francisca Lira, y una lámpara Omeima de Ingo Maurer de Interdesign. Dos muebles de Orlando Gatica con esculturas de Keka Ruiz Tagle y en el muro, espejos con marcos diseñados por Patricia Hurtado. El piso y las ornamentaciones se pintaron grises con un toque de folia dorado y las paredes se revistieron con un mosaico de espejos de Glasstech, para darle mayor profundidad.
Bar de hotel boutique: Priscila Sathler y Grazielle Freilas Las brasileras pensaron en algo más que un simple bar. Crearon un espacio en el que diera gusto estar y para eso hicieron una mesa con vigas de demolición y cubierta de cristal rodeada de poltronas de fibra natural. Sobre ella, una gran lámpara con forma de gotas de cristal de Interlight, y para guardar los objetos del bar, diseñaron una gran repisa lacada negra iluminada con leds.
Dormitorio de Lia Fernández: Axel Grossman Este lugar es original, empezando por la simple idea de inspirarse en un personaje real. La dueña de la conocida tienda fue la musa para el decorador, quien se basó en su estilo para diseñar este dormitorio principal. Para el espacio usó coloridos elementos como el respaldo de cama capitoné amarillo y el sillón tapizado en felpa floreada. Lo más llamativo es el muro de MDF lacado blanco.
Baño de visitas con vestidor: Francisco Silva Colores suaves, linos en los muros y muebles de Cristián Donoso marcan la pauta en este espacio diseñado por el decorador. Lo más atractivo es un delicado mural hecho por María Eugenia Torres y Magdalena Montero basado en una lámina de la revista Vanity Fair. Con la idea de seguir con la premisa de la sustentabilidad, Francisco usó páginas de libros viejos para cubrir el techo del lugar.
Piscina de hotel: Roberto Cancino Al momento de diseñar este sector, el decorador determinó que el deck debía tener vista hacia los centenarios árboles del sector oriente del Paperchase. Los muebles de ese sector, de acero inoxidable, los mezcló con mesas hechas de madera reciclada de mango, y los tonos que eligió fueron el gris y el topo, pero con detalles de color en los cojines de seda de sari reciclado pespuntados a mano. Las lámparas son nubes de papel japonés y resina que él mismo trae de Francia. La puerta que enfrenta a la piscina es de la India y está inserta en medio de un muro vegetal.
Piscina de hotel: Roberto Cancino Al momento de diseñar este sector, el decorador determinó que el deck debía tener vista hacia los centenarios árboles del sector oriente del Paperchase. Los muebles de ese sector, de acero inoxidable, los mezcló con mesas hechas de madera reciclada de mango, y los tonos que eligió fueron el gris y el topo, pero con detalles de color en los cojines de seda de sari reciclado pespuntados a mano. Las lámparas son nubes de papel japonés y resina que él mismo trae de Francia. La puerta que enfrenta a la piscina es de la India y está inserta en medio de un muro vegetal.
Piscina de hotel: Roberto Cancino Al momento de diseñar este sector, el decorador determinó que el deck debía tener vista hacia los centenarios árboles del sector oriente del Paperchase. Los muebles de ese sector, de acero inoxidable, los mezcló con mesas hechas de madera reciclada de mango, y los tonos que eligió fueron el gris y el topo, pero con detalles de color en los cojines de seda de sari reciclado pespuntados a mano. Las lámparas son nubes de papel japonés y resina que él mismo trae de Francia. La puerta que enfrenta a la piscina es de la India y está inserta en medio de un muro vegetal.
Mi pequeño jardín francés: Consuelo Marti y Juan Agustín Donoso La idea fue hacer algo diferente al tradicional jardín y la opción fue imitar el estilo francés, pero en una versión completamente sintética. La intención era además mostrar la versatilidad del producto y así, se instalaron topiarios, olivos y palmeras de Gardenexpress entremedio de esculturas y sobre una imitación de alfombra persa de pasto.
Pérgola: Ricardo Cuevas El decorador replanteó la clásica pérgola chilena y le dio un nuevo significado a algunos de los elementos característicos. Como el bebedero de agua lo cambió por un spa con un hot tub hecho de madera de raíz de ciprés de las Guaitecas reciclada junto a una tina de Victoria + Albert de piedra volcánica con resina. El clásico horno de barro lo transformó en una chimenea suspendida de etanol –con dos arrimos de Tom Dixon en mármol enramado– y el comedor lo diseñó con dos mesas de raíces de coihue recicladas con cubierta de espejo vicelado y lo acompañan los aperos que se calzan en bases hidráulicas para hacer uso de un pequeño bar. El follaje del parrón se convirtió en una lámpara led con mariposas de rari. Las esculturas son del limeño Marcelo Wong.
Tienda Fundación Artesanías de Chile Para crear cierta concordancia entre el espacio con los objetos que ahí se exhiben, la Fundación decidió hacer una estructura –completamente desmontable– de pino natural, que se integrara al máximo con la naturaleza que la rodea. El lugar fue proyectado por Gabriela Domínguez, arquitecto de la Fundación.
Baño Amazonas: Bernardita Verdugo, Marlene Wiedmaier y Macarena Urzúa La idea nace del momento en que una persona puede percibir todas las sensaciones dentro de la selva amazónica, como por ejemplo los rayos del sol pasando a través de los árboles. Para lograr estos efectos se eligieron elementos como el granito retroiluminado blanco del lavamanos o melamina negra troquelada, iluminados por leds, simulando el paso de los rayos del sol. Además se usó el concepto del deconstructivismo, que se aplica a la totalidad del espacio, en donde nada llega al suelo, todo está suspendido, desde los muros hasta el lavamanos.
Bar: Sofía Iturralde y María José Manterola Aquí mandó el entorno. Las decoradoras tuvieron claro desde un principio que querían respetar el parque que rodea a este bar. Es por esto que crearon una simple estructura de fierro pero que cruzaron con elásticos negros; así lograron mantener los enormes árboles que están ubicados en medio de su proyecto. Como era al aire libre, debieron pensar en un color que se viera bien tanto de día como de noche, ya que el lugar se ilumina principalmente con luz natural. Así, eligieron el morado como protagonista –especialmente en el enorme sofá Chesterfield–, y se complementó con rojo, blanco y negro. La iluminación estuvo a cargo del argentino Rubén Amsel, quien entregó las lámparas hechas especialmente para exteriores y además iluminó la copa de los árboles que están sobre este bar. El jurado de CASA COR las reconoció con el premio al Mejor Espacio Comercial.
Miele Lightbox: Gonzalo Mardones y Orlando Gatica Un buen trabajo en conjunto lograron el arquitecto y el diseñador. En un verdadero cubo de cristal proyectado por Mardones quisieron dar vida a una cocina que se integrara por completo a los demás espacios de la casa. Un lugar para compartir en familia o con amigos y para eso Orlando Gatica diseñó una gran mesa de lenga de 2.00 x 2.30 cm rodeada de sillas Vienna, además de una repisa de tineo llamada Wing. Con una decoración simple, el único objeto “decorativo” es la gran campana roja de Miele.
Pasillo: Antonia Risopatrón Sin muchos elementos, este pasillo llamó la atención de todos quienes transitaron por ahí. Junto a Fernando Ruiz lo decoraron con un lindo y original tapiz estilo oriental y el cielo con rafia, de la tienda Thibaut, y como único elemento llamativo las modernas lámparas inspiradas en el arte japonés del origami. Oleos de Patricia Fernández.
Baños públicos: Graziella Copetta y Paola Durruty Las decoradoras convirtieron esta antigua bodega de adobe en un colorido baño exterior. Para los muros de la entrada al lugar eligieron el color naranja con ciertos toques dorados y para otros, como el sector de los vanitorios –de mármol negro de Atika–, los revistieron en piedra. Las puertas de los baños fueron empapeladas y para recibir a los visitantes se expuso una escultura de Pablo Núñez.
Loft: Constructora armas “Un loft que acoge y agrupa el acto de vivir como una experiencia distinta” fue el objetivo de la Constructora Armas para diseñar su espacio en Casa Cor. Tomando como punto de partida conceptos fundamentales de sustentabilidad y eficiencia energética, desarrolló un lugar de ejecución rápida, eficiente y totalmente estandarizada, con muebles modernos y líneas simples de acuerdo a las últimas tendencias internacionales. Además, minimizó la iluminación artificial para darle mayor protagonismo a la luz natural, como parte del concepto de vida sustentable. “Quisimos hacer de este lugar un espacio único, arraigado con su entorno y eco-eficiente. Tal como es la filosofía de Armas”.
Terraza: Julio Maturana El rojo es el gran protagonista de este espacio con aires orientales, como las dos esculturas hechas de fibra de vidrio y las cortinas de terciopelo. Para los muros eligió estuco veneciano, sofás italianos, cuadros españoles y tapices de Brasil. En el sector del comedor, hay una gran lámpara de cristal austríaco de 36 luces, las sillas son italianas lacadas negras y la cubierta de la mesa es de cristal, además de un enorme biombo chino.
Rincón del puro: Clara Gil La tarea no fue fácil para la decoradora. El espacio era complicado: además de ser un lugar de tránsito entre otros dos ambientes, no contaba con ningún atractivo como ventanas, una linda vista o simplemente luz natural. Pero reconoce que esos defectos terminaron por convertirse en virtudes y así, en vez de tratar de darle más iluminación, decidió dejarlo bien oscuro y usar crucetas sólo para iluminar elementos importantes como las cabezas de cerámica gres de Matías Vergara que están ubicadas en nichos de los muros. Además, optó por instalar vidrios serigrafiados rojo vino que contrastan perfectamente con las butacas y la mesa de centro lacada negra diseñados por ella. La teatralidad del espacio la hizo ganadora del Premio al Espacio Más Osado y al Espacio con Mejor Iluminación entregados por CASA COR.
El refugio: Cecilia Rojas y María Jesús Ruiz Tagle La acogedora y elegante ambientación que estas decoradoras lograron fue motivo suficiente para ser las ganadoras del Premio al Mejor Espacio entregado por la Asociación de Decoradores de Chile (AdD). La idea era aprovechar al máximo el lugar –de pocos metros, como todo buen refugio–, por lo que lo dividieron en dos ambientes: un dormitorio con géneros de Thibaut y un estar revestido con piedra y madera, con una mesa de madera de demolición de roble, un sofá redondo, repisas lacadas diseñadas por Orlando Gatica y lámpara de láminas de Arteknia, además de un cuadro de Ximena Rojas y esculturas de Keka Ruiz Tagle. Los esquíes antiguos y la lámpara de cachos, así como otros elementos antiguos, son de las tiendas Mandarino y Arte Azul.
Cava: Luis Fernando Moro La simplicidad y elegancia de este pequeño espacio fue más que suficiente para atraer la atención de los visitantes. Dos pilares en el fondo dan la sensación de antigüedad y una espectacular ambientación con detalles tan simples como el polvo sobre las botellas que marcan el paso del tiempo en ese lugar. Una original lámpara de botellas transparentes ilumina este espacio y los espejos le dan mayor profundidad.
Estar de la escritora: Carlos Vergara Fueron dos los premios que esta intervención recibió de CASA COR, por ser el Espacio Más Sustentable de Interior y el Más Original. Es que en este lugar todo es de madera, fibras naturales y cuero de potro. Los muros se forraron en totora y los muebles están pensados para todas las necesidades de una escritora: un sofá de lino para que se inspire, un escritorio con cubierta de papiro al poliuretano para escribir y un buen librero. Lo principal era hacer de este lugar un refugio de tranquilidad e inspiración para su habitante.
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