Entre el 12 de abril y el 12 de mayo, miles de personas disfrutaron de la edición trece de la Bienal de La Habana, una parada imperdible para los amantes del arte. El artista Benjamín Ossa estuvo ahí con la obra “Un invisible faro” que hizo especialmente para el Malecón de la ciudad.
La participación de Benjamin Ossa en la Bienal de La Habana 2019 se concretó por el esfuerzo en conjunto que realizaron Galería Artespacio, que ha incentivado su trabajo desde sus comienzos; de Fundación Colección Ca.Sa quien posee una importante colección de sus obras y de galería Panama NG Art Gallery. Las tres entidades trabajaron en conjunto para apoyar la producción y el desarrollo de esta gran obra pública.
Un invisible faro estaba compuesta por 3966 discos de aluminio de 100 y 150 mm de diámetro, suspendidos por medio de cables de acero inoxidable desde una estructura conformada por tubos de acero dispuestos en grupos de triángulos equiláteros.
La instalación pretende situarse como una suerte de faro, monumento que recoge y evidencia los fenómenos naturales que ocurren en el Malecón; el sol, el viento y la diversidad que transita por este lugar. Un cuerpo tubular y semi translúcido que indaga en la noción de lo visible, de la pertenencia y de la situación fenomenológica que ocurre en el espacio. ¿Cómo el sol parpadea sobre el mar? ¿Cómo el viento golpea y desplaza lo frágil? ¿Cómo un color se convierte en una identidad extendida en el tiempo?
El Malecón se extiende como una línea de vida, un trazo donde habitan y sueñan los cubanos, una delgada franja humana que bordea delimitando a Cuba en el tiempo.