Consuelo Goeppinger (@consuelog_) es periodista de profesión y su pasión es la gastronomía. Colabora con varios medios y fue la creadora de la guía Dónde SCL, un libro guía de ingredientes por Santiago publicado por Emporio Creativo.
Y Consuelo no solo se queda como espectadora, sino que también es la cofundadora de dos proyectos gastronómicos: Félix y Apolo, cafetería y heladería a pasos del metro Los Leones, donde se pueden encontrar productos seleccionados con pinzas.
Consuelo Goeppinger en su heladería Apolo, en Providencia.
Esta semana, Consuelo nos recomienda sus lugares preferidos para comer en el centro de Santiago, como una fuente de soda que tiene más de sesenta años de vida. Además, la periodista comparte una serie de restoranes marinos, con propuestas como ostras y almejas recién salidas de su propia piscina, y otro para comer un buen sandwich de pescado frito.
Es lunes. Hay que partir con un café. ¿Dónde vas?
Me gusta mucho el café que preparan en Under Coffee, en el Drugstore de Providencia. Cuentan con café de especialidad y buenas opciones para comer, como el sándwich de queso grillado: un planchadito que viene con champiñones asados y espinacas. También recomiendo Café Altura en la Vega, y Triciclo o Maña Café en el centro.
Te piden que lleves a almorzar a un extranjero que nunca antes ha estado en Chile. ¿Dónde lo llevas?
Creo que lo mejor que tiene Chile son los pescados y mariscos. Por lo mismo, siempre trato de llevarlos a restoranes marinos. Recomiendo a ojos cerrados el Squella en barrio Yungay, donde además de una gran vista –está en una azotea–, puedes comer ostras y almejas fresquísimas, recién salidas de las piscinas que ahí tienen.
Marisquería El Mañío, en Vitacura, es otro buen lugar para ir con visitas, al igual que Con Agallas: una pequeña barra de Providencia, con banquitas y pisos, donde puedes comerte uno de los mejores mariscales de la ciudad.
Para turistas con gran presupuesto, La Calma en Vitacura es un imperdible.
El Liguria es otro lugar para irse a la segura: tiene buenos pescados y mariscos, sanguchitos generosos y buenas opciones de cocina tradicional chilena, como pichangas, cazuelas y plateadas.
Tienes media hora para almorzar y un presupuesto escuálido. ¿Dónde vas y qué pides?
Voy siempre al Lomit’s en Providencia, mi fuente de soda favorita. Dependiendo del ánimo, pido el Barros Luco en pan frica, la palta cardenal con camarones chilenos, la escalopa con arroz o la tortilla de porotos verdes. Todo es rico, casero y con precios amables.
También me gusta mucho el puesto 115 de la Vega Chica, más conocido como el local de “Las Marías”, una pequeña barra con diez puestos donde ofrecen una enjundiosa cazuela por solo $3.500 pesos.
¿Dónde te vas a tomar un helado y qué sabor/es pides?
Me gustan mucho los helados de Auguri Milano, que tiene dos locales en Vitacura y Providencia. Son muy cremosos, artesanales y se nota que trabajan con buenas materias primas. ¿Mi favorito? El de pistachos y el de naranja jengibre, ambos muy delicados.
Te llama tu mejor amigo/a porque quiere que le recomiendes un restorán para celebrar su aniversario. ¿Dónde lo mandas?
A Karai, sin duda. El nikkei comandado por el chef Gerson Céspedes ofrece una cocina sorprendente: hay cortes de sashimis impecables, tiraditos con combinaciones explosivas, sanguchitos como el Bao de pescado frito, ultra crujiente, y un impecable y cremoso arroz con mariscos. Además, te atienden como rey.
Más relajado, también recomiendo Cora Bistró en Providencia, que ofrece una cocina sabrosa, delicada y estacional, acompañada de excelentes vinos de pequeños productores locales.
Es un martes cualquiera y estás en el centro de Santiago. ¿Dónde almuerzas?
Hay dos lugares a los que siempre voy: al Da Dino, en calle Tenderini, por una de sus clásicas y nostálgicas pizza al corte, esas de masa gruesa y esponjosa con queso mantecoso; y a La Terraza, famosa por sus completos y churrascos.
Recientemente, también conocí el Monte Rosa, una fuente de soda antigua con más de 60 años de vida, que ofrece colaciones imbatibles por $6.500, con opciones como cazuela o porotos granados.
Un bar que no decepciona.
Aunque su especialidad no son los cócteles, recomiendo dos bares de vinos. Uno es Les Dix Vins, a pasos del barrio El Golf, que ofrece una excelente selección de etiquetas chilenas y francesas escogidas con pinzas, muchas de ellas provenientes de bodegas independientes.
Del mismo estilo, pero en Lastarria, Bocanáriz no falla: una selección apabullante de vinos locales, de norte a sur, divididos por cepas, valles y estilos.
La torta que pides para tu cumpleaños.
La de merengue lúcuma del Mozart, que preparan con discos de merengue de verdad, esos de color cafecito claro y que cada vez es más difícil encontrar en pastelerías.
También me encanta la Torta Pompadour de Esperanza Dittborn, que viene con crema diplomática, hojarasca, manjar y mermelada de guinda ácida.
Y por último, un recomendado fuera de Santiago.
Me gusta mucho Rancho Doña María, camino a Los Andes. Cuenta con un horno de barro, piso de tierra y los mejores costillares al horno que he probado. También tienen una leche asada de lujo.
Otro lugar que me encanta es Mar Central en Maitencillo, ofrece una cocina rica y enjundiosa, lejos de las preparaciones tradicionales de caleta: desde taquitos hasta arroces salteados en base a los mejores pescados y mariscos de la zona.
Y, más al norte, Donde La Mary, en Chañaral de Aceituno, Región de Atacama, merece una visita: ofrecen pescados de roca recién salidos del mar, y locos deliciosos y enormes, del porte de un puño.
