Por primera vez desde su creación, este año la Feria Internacional de Arte Contemporáneo Ch.ACO (@feriachaco) tendrá un área exclusivamente dedicada al diseño, un acto que, según la directora de la feria, Elodie Fulton, es una tendencia que ya ha sido implementada en muchas ferias internacionales. Integrar distintas disciplinas, profesionalizar los espacios de comercialización de la creación contemporánea y reflejar el trabajo de excelencia que tiene el diseño chileno son para Fulton algunas de las razones que llevaron a la creación de este espacio.
La curatoría estuvo a cargo de los diseñadores Macarena Aguilar, socia fundadora de DAW y directora de la Fundación Antenna, y Patricio Pozo, director del estudio Pozo Marcic Ensamble, profesor y codirector de la Galería Gallo, FADEU UC, quienes tienen amplia experiencia en exhibiciones y ferias internacionales de arte y diseño.
En esta área de diseño que se podrá visitar del 21 al 24 de marzo en el GAM, se presentan “obras que exploran los límites entre disciplinas, integrando arte, diseño, arquitectura, artesanía, nuevas tecnologías y bio materialidades, para construir narrativas que dialogan con temáticas actuales”, como explican los curadores.
En ED conversamos con las diseñadoras que darán vida a este espacio, quiénes nos contaron sobre el trabajo que presentarán en Ch.ACO, el estado del diseño en Chile y sus nuevos proyectos.
La reflexión sobre los materiales de L&C Lab
Las artistas Liliana Ojeda y Clarisa Menteguiaga son las creadoras de L&C Lab (@biomater_chile), espacio enfocado en la investigación y experimentación usando materiales recolectados y reciclados de su ambiente, un proyecto que logra vincular el arte, el diseño y la artesanía. “Nuestra obra es una reflexión sobre los materiales con los que construimos nuestro mundo artificial, es una visión crítica de nuestra forma de relacionarnos con el entorno. La visión crítica no es terreno exclusivo del arte, las otras disciplinas creativas también lo vivencial y propician”, cuentan.
Para Liliana y Clarisa, el arte y el diseño siempre han estado vinculados, aunque ese vínculo haya sido muchas veces negado. “Existe desde los primeros afiches publicitarios y la elaboración de productos en manos de artistas, las escuelas de la Bauhaus y Ulm fueron testigo de ello”.
El trabajo de L&C Lab hoy se comercializa en París, en la Galerie Gosserez –donde también estuvieron los chilenos de Gt2P– junto a otros artistas y diseñadores. Liliana y Clarisa reconocen que el diseño en Chile es “productivo, consciente, en la búsqueda de nuevos materiales y formas de hacer”. Además, destacan que está al nivel de otros países más connotados en el área, lo que han visto cuando las invitan a participar con exponentes de otros lugares.
En esta versión de Ch.ACO las artistas van a mostrar tres instalaciones de muro en mediano formato, realizadas con materiales orgánicos de desecho (textiles, papel, cáscaras de cítricos, algas) coloreadas con tintes naturales. La instalación es biodegradable y sólo puede ser conservada en condiciones óptimas de humedad, temperatura y luz. Además, siguen trabajando en sus proyectos personales, siempre enfocadas en materiales amigables con el medio ambiente y en la docencia.
Los biomateriales de Margarita Talep
Mientras estudiaba diseño, Margarita Talep (@margaritatalep) empezó a interesarse por los biomateriales y a explorar diferentes polímeros naturales para integrarlos a sus proyectos. “Fue a través de esta exploración que descubrí mi pasión por la materia, específicamente los biomateriales, como una alternativa innovadora y sostenible a los materiales convencionales”.
En este proceso, Margarita ha trabajado de manera colaborativa con científicos, arquitectos, ingenieros, artistas y otros diseñadores para entender todas las posibilidades y los desafíos de estos materiales. “A medida que aumenta la conciencia sobre los impactos ambientales de los materiales tradicionales y la urgencia de abordar la crisis climática, los biomateriales están ganando atención como una alternativa sostenible y renovable”, explica.
Para la diseñadora, la creación de un área de diseño en Ch.ACO marca un hito significativo para la industria artística y creativa en Chile. “Esta inclusión representa un reconocimiento tanto del valor del diseño como disciplina artística en sí misma, así como de su intersección con el arte contemporáneo. En un contexto donde los diseñadores a menudo carecen de plataformas adecuadas para mostrar su trabajo, esta iniciativa proporciona un espacio crucial para visibilizar y valorar la labor de los diseñadores locales”, reflexiona Talep, quien también reconoce que este nuevo espacio ayuda a fomentar el diálogo y la colaboración entre artistas, diseñadores y el público en general y hace más rico el evento para los asistentes. “Además, esta integración refleja una comprensión más profunda de que las fronteras entre disciplinas creativas son cada vez más difusas, y que la colaboración entre artistas y diseñadores puede dar lugar a resultados innovadores y sorprendentes”.
En esta versión de Ch.ACO, Margarita va a mostrar dos obras que son parte de una misma investigación y experimentación material, específicamente con algas. La primera es una serie de vasijas de gran formato, que exploran el color y la forma, y la segunda es una serie de composiciones con vasijas hechas en su tamaño mínimo, casi como un insectario. “Ambas obras nacen de la observación del comportamiento de las algas en su estado natural, en donde pueden encontrarse húmedas y maleables cercanas a la costa, pero también rígidas y quebradizas cuando han sido secadas por el sol. Es esta última observación la que predomina en este cuerpo de trabajo”, explica.
La magia de la cerámica de Catalina Zarhi
225 botellas en miniatura forman parte de lo que mostrará Catalina Zarhi (@catazarhiceramista) en esta versión de Ch.ACO, todas hechas con la técnica Raku, a partir de fuego, agua y tierra. Además, se podrá ver una colección de trompos y platos hechos con la misma técnica.
“Algo mágico tiene que te atrapa”, reflexiona la artista sobre la cerámica y el auge indiscutido que ha tenido en el último tiempo. “Hay meditación y terapia al mismo tiempo; la tierra tiene algo muy potente que te mantiene viva”, reflexiona.
Un ejemplo concreto: el 2016 partió un taller con cuatro alumnas y hoy ya son más de 90. Para recibir a todas las personas interesadas en aprender este oficio, Catalina se acaba de cambiar a un taller más grande en Vitacura. En paralelo empezó un taller de investigación y creación artística desde la exploración de la cerámica y ahora se va con su pareja, el arquitecto chileno Felipe Assadi, a hacer un proyecto de arte al hotel Awasi en Iguazú, Argentina, donde trabajarán con las comunidades locales.
Además, en julio dictará un workshop en Madrid y tomará un workshop en Bélgica, como alumna. Y a fines de este año expondrá sus piezas en José Ignacio, Uruguay.
