No es que aparezcan de la nada, de un día para otro o en una bola de cristal. Si bien siempre con el cambio de año queremos saber qué inspirará nuestros espacios el 2025, las famosas tendencias vienen desde antes del cambio de año haciéndose un lugar en el mundo del diseño, la decoración y la moda. Es como si, previo a ser reconocidas, anunciaran sigilosamente su presencia.
Colores infaltables
La arquitecta chilena experta en color Susan Fischer nos contaba hace un tiempo la relevancia del color en los espacios. Es lo primero que vemos cuando entramos a cualquier lugar y tiene una fundamental influencia en cómo nos sentimos y actuamos con el entorno además del profundo impacto en nuestro estado de ánimo, emociones y bienestar. “Hace todo sentido, por ejemplo, aplicar en el interior colores que nos conecten con la naturaleza, como el verde. Es el color que el ojo humano percibe mejor y con el cual nuestras retinas más se relajan, por eso podemos ver más tonos de verde que de cualquier otro color. Algunos tonos de verde son vistos hoy en día como nuevos neutros” señalaba. Y es que hoy el verde también aparece en las tendencias que veremos este año.
El verano pasado hablábamos de “La teoría del rojo inesperado”, un fenómeno que partió en redes sociales, masificado por la diseñadora Taylor Simon y que muestra cómo este color puede cambiar completamente el look de un lugar. “Es básicamente agregar algo rojo, grande o pequeño, a un espacio donde no combina para nada, y automáticamente se ve mejor”, decía Simon, mostrando varios ejemplos donde efectivamente el rojo cambia completamente la decoración. Genialmente resumido por alguien en los comentarios: “Es el labial de cualquier espacio”. Y este 2025 continuará apareciendo como tendencia en tonos cherry y burgundy. Ambos son excelentes colores para combinar con los pasteles, los tonos neutros, blancos, grises.
Pantone declaró el 2025 como el año del Mocha Mousse, un suave tono de café, cuya elección según señaló Laurie Pressman, vicepresidenta de Pantone Color Institute, tuvo que ver con la búsqueda de “un tono marrón suave cuya riqueza inherente y calidez sensorial y reconfortante se extiende más allá de nuestro deseo de comodidad y la indulgencia de placeres simples que podemos regalar y compartir con los demás”, señaló. Cálido, elegante, sofisticado y con raíces terrosas este tono versátil, crea una base cromática fuerte y que se puede complementar tanto con el minimalismo o con ambientes ricos en detalles y otros colores más vibrantes.
Por otro lado, la reconocida plataforma global de predicción de tendencias WGSN, en colaboración con Coloro, empresa líder de color y proveedor de color para las marcas del mundo, apostaron porque el color de este año sería el Future Dusk, cuya traducción del inglés significa “Crepúsculo Futuro” o “Atardecer Futuro”. Se trata de una tonalidad que combina el azul marino y el navy oscuro con el púrpura que evoca una sensación enigmática y que refleja tiempos de cambios y transformaciones. Este tono tiene referencias naturales, pero según señalan, también está alineado a la nueva era espacial, la ciencia y la tecnología; el metaverso y la fantasía. Caroline Guilbert, responsable de contenido creativo de Coloro, señala que el Future Dusk “es un color inspirador que apoya un enfoque transestacional, resultando cálido y profundo, con un aire temperamental, misterioso y atemporal”.
Mezclar sin complejos
Aquí la idea es recoger y adaptar el “más es más”, cuya definición es la oposición del “menos es más”, con la idea de que las mezclas construyen personalidades únicas.
La interiorista Katherine Rahal, aporta dentro de este concepto de “Más es más”, la tendencia al uso de papeles murales con diseños “pero con patrones tamaño XL, diseños más setenteros, con formas más geométricas. Otra tendencia son los murales gigantes, con estampados grandes que ocupan toda la superficie”, cuenta.
El arquitecto Pablo Guzmán, del estudio de diseño de interiores Guzmán & Blanco que también es uno de los creadores de la tienda Larry, se define como un fiel seguidor del “más es más” y explica así cómo lo logran en sus proyectos: “Nos encanta mezclar cosas antiguas con lo nuevo, distintos estilos, no tenerle miedo a la mezcla. Elegimos muchas cosas porque, por ejemplo, nos gusta un objeto antiguo y hace un buen mix con algo nuevo. Los patrones, por ejemplo, siempre tratamos de poner algo neutral en contraste con un papel mural con estampados y si tiene mucha información, elegimos una alfombra más neutral o sobria, pero se puede agregar un cojín con el color opuesto, si el muro tiene colores azules un toque de naranjo puede verse bien”.
Guzmán & Blanco
Guzmán señala que otros ítems que ayudan a plasmar buenas combinaciones son el color y el humor. “Aprender a usar el color. Generalmente en Chile cuesta salir de beige o gris. Nosotros mezclamos texturas y le ponemos color a los proyectos lo que ayuda a otorgar personalidad y carácter a un lugar. El humor siempre está presente en lo que hacemos: un cojín antiguo que tenga algún detalle divertido o una obra de arte de algún artista contemporáneo con un cuadro de algún retrato antiguo, siempre se ve divertida esa mezcla”, indica.
Guzmán & Blanco
Integrar la naturaleza
Ya estuvo presente el año pasado, pero este tipo de diseños volverán. Se refieren a espacios muy conectados con la naturaleza, comenta Elle Decor. Es que la biofilia, que es la integración de la naturaleza al interior del habitar, llegó para quedarse. Hace un tiempo se hablaba de ella como una tendencia, pese a ser definida como el deseo innato de los seres humanos de conectarse con la naturaleza. Se ha demostrado que los entornos que incluyen elementos naturales pueden mejorar la salud mental, aumentar la productividad y una serie de beneficios más, ya no se trata solo de estética en el diseño y la arquitectura, su relevancia en estos tiempos se relaciona con que fomenta el bienestar.
Katherine Rahal
Esto se traduce, por ejemplo, en el uso de materiales naturales. Katherine Rahal nos cuenta que un must de esta tendencia es el uso de las piedras, a todo nivel, “En revestimientos, mobiliario, pisos: granito mármol, ágatas, ónix, cuarcitas, etc. Estos materiales, mezclados con maderas, se ven espectaculares”, señala. Agrega que este 2025 veremos “en esa misma línea, los revestimientos de madera, en muros más lisos, con canteras y con una apariencia más real” finaliza.
