Arquitectura

Algo viejo, algo nuevo, pero siempre contemporáneo

Construida en los 90´, esta casa en Sydney fue completamente remodelada para aprovechar sus vistas al mar y convertirse en un hogar contemporáneo y funcional.

En una versión más suave y accesible de lo que fue, porque su mística de los 90 no se transformó del todo, la remodelación de esta casa la convirtió en una suerte de monolito verde de inspiración mediterránea, aludiendo a los orígenes de quienes la habitan y que encargaron este proyecto al estudio Alexander &CO (A&CO.)

Para sus dueños el rediseño de esta casa debía inspirarse en la historia europea de sus orígenes, los aspectos prácticos de la vida familiar y la proximidad del océano. Así, la tarea no fue menor, ya que fue necesario reformular ciertos aspectos fundamentales como su mala planificación original, el poco acceso a sus vistas -está ubicada en un acantilado y frente al mar-, sus jardines y la lógica de sus habitaciones.

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Uno de los requerimientos más importantes de los dueños de casa era que debía tener dos caras: la de la cocina y el jardín, con piscina incluida, y la de las vistas. Es por eso que el plano se orientó de manera que los niños de la familia pudieran comer, nadar y jugar, y los adultos pudieran contemplar el océano.

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La gran remodelación incluyó obras de paisajismo y una piscina, que se ubicó en una antigua excavación en el camino de entrada. También se modificaron puertas y ventanas, revestimientos, entradas, cubiertas exteriores, fachadas y pérgolas.

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Inspirado en el estilo de la elegancia náutica de los cruceros de antaño, el desayunador domina la longitud de la piscina y crea un acento diferente dentro de la formalidad neoclásica del plano general. La casa es una combinación de contemporaneidad y neoclasicismo, pero conserva su juventud.

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Para el director de este proyecto de renovación, Jeremy Bull, la casa tenía una estructura sólida, “pero carecía de espíritu y, desde luego, de utilidad operativa. Creo que el acto de contar bien una historia, de una forma que resulte personal y convincente es un ejercicio que merece la pena y al que le tengo mucho cariño. La construcción vuelve a respirar y estar bastante viva. Se siente a la vez de antes y de ahora. Envejecida y contemporánea. Lista para una nueva familia y para sus próximos 30 años, espero”.

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