En una suave pendiente en Chicureo está esta casa proyectada por la oficina Romero Valente (@romerovalente_), donde inmediatamente llama la atención la gran escalera del acceso principal. Esta escalera casi escultórica llega directo al segundo piso, que entrega una vista panorámica hacia el nororiente.
Cristián Romero Valente, el arquitecto a cargo del proyecto, cuenta que los dueños de casa buscaban un lugar de resguardo y bienestar, que privilegiara las vistas hacia los jardines. “De esta manera surge la idea de un gran patio central, relacionando el ambiente interior y exterior. También querían jerarquizar por piso, un primer nivel de áreas comunes conectados entre sí y un segundo nivel más privado donde estarían los dormitorios”, explica el arquitecto.
Para mantener esta idea de resguardo, la fachada que da a la calle se planteó como una muralla sólida que dice muy poco y que protege la privacidad. “El sólido de la fachada que da hacia la calle genera una abstracción de silencio que intenta proteger la actividad y privacidad de los residentes. En cambio, la fachada opuesta se abre hacia los jardines para establecer una relación directa y muy cercana con la vegetación que envuelve a la vivienda”, cuenta Romero.
En el corazón de la casa hay un gran patio central de doble altura, que no solo es un punto focal importante, sino que además unifica todos los espacios. En el primer piso, cuyo diseño “se enfoca en la transparencia y la fluidez”, como explica Romero, se pueden ver todos los ambientes y este patio central. “Esta disposición promueve una sensación de apertura y amplitud, creando un ambiente acogedor”, describe Cristián.
En el segundo piso está el área más privada de la casa, con dormitorios espaciosos, una cocina moderna y un comedor amplio, todos ellos conectados al patio central.
Para los dueños de casa uno de los lugares favoritos ha sido la piscina indoor, con vistas al jardín, y el spa. “Representa un espacio de descanso que se integra perfectamente en la relación entre el interior y el exterior que buscaban”, cuenta el arquitecto.
Otra característica que llama la atención en esta casa son los tragaluces indirectos, que ayudan a crear un ambiente interior único, además de los aleros que proporcionan sombra para evitar el sobrecalentamiento interior.
Con grandes muros de hormigón armado, en este proyecto se puede ver claramente el enfoque de la oficina Romero Valente, que ellos mismos definen como una búsqueda incesante de la esencia, la simplicidad y la integración de líneas puras. “Esto se refiere a lo limpio, dejando de lado los adornos y los detalles superfluos fundamentalmente. Es una expresión muy potente que permite destacar la belleza de las formas y los materiales, conducidos por la luz natural”, reflexiona Cristián.