Abogado y músico, Felipe Schuster (@schusterfelipe) necesitaba una casa con espacio suficiente para su pasión: la música. Después de buscar, encontró una casa en La Reina y la compró. Pero pasó casi un año antes de empezar con la remodelación.
Durante ese tiempo, Felipe tuvo algunas dudas, pero un día, leyendo una biografía de Violeta Parra, gran inspiración musical para él, encontró una historia que despejó todas las dudas: un hijo de la cantautora relataba cómo, gracias a unos derechos de autor, Violeta pudo comprar un terreno y construir una casa. Esa casa estaba justo frente a la casa que Felipe había comprado. “Fue mágico para mí. Al darme cuenta de que Violeta Parra había vivido en ese lugar, y que ahora su nieta lo ocupaba, me hizo sentir una conexión especial. Era como si toda la esperanza y la ilusión se renovaran en ese momento y nos lanzamos a trabajar en la casa”, explica el abogado.
La remodelación estuvo a cargo de los arquitectos Sergio Hidalgo y Germán Rodríguez, del estudio DX Arquitectos –una de las 25 mejores oficinas de arquitectura en Chile, según Archello–, quienes buscaron despejar el interior, reduciendo la cantidad de recintos y ampliando sus dimensiones, conservando la apariencia urbana característica de La Reina.
“La casa estaba para el gato, pero era todo una cuestión superficial, porque la parte estructural de la casa estaba buenísima, tenía unos muros gruesos, vigas de roble y pisos de radier. Entonces lo que hicimos fue desvestir la casa completa”, afirma el arquitecto Germán Rodríguez.
Los arquitectos se enfocaron en cumplir el único requerimiento de Felipe: tener un lugar para hacer música. “Ahí le metimos harto, en esa sala de ensayo pusimos un vidrio triple para que realmente estuviera bien aislada. Además a los muros, que eran de albañilería de ladrillo, se les hizo una piel interior a la que se le puso aislante y, sobre esa piel, una madera separada, para que no hubiera mucha reverberación”, explica Sergio Hidalgo.
“La casa resultó exquisita”, dice Felipe. “Con ventanales amplios y bonitos estéticamente, un buen terreno, además la sala de música es increíble, se puede tocar de noche con batería y está todo insonorizado”.
Al interior de la casa se priorizó la comodidad y la integración de todos los espacios. Para eso, crearon un comedor con una cocina amplia e incorporada, un dormitorio principal espacioso y dos baños. En el segundo piso, diseñaron un altillo abierto que alberga una gran sala de estar, además de una terraza con vistas impresionantes hacia la cordillera, situada sobre el estudio de música.
En la planta superior, en la sala de estar hecha en roble está la gran colección de discos y libros del dueño de casa. Esta terraza superior se adaptó para ser utilizada como espacio para eventos y algunos conciertos.
Todos concuerdan en que el uso de materiales reutilizados, como puertas y baldosas de roble, le añadió autenticidad y sostenibilidad al proyecto. Esta combinación entre lo antiguo y lo moderno, integrada cuidadosamente en el diseño y la estética externa, ha convertido a la Casa Schuster, como la bautizaron, en un lugar que refleja la pasión y el estilo de vida de Felipe.