Se dice que en casa de herrero, cuchillo de palo. Pero para el arquitecto Antonio Mundi este dicho no aplica, ya que al momento de crear el espacio para que su familia viviera los próximos años, decidió asumir el desafío y proyectar una casa hecha a medida por él mismo, cumpliendo además la función de interiorista e iluminador.
La inspiración para el diseño vino de su propia experiencia. Durante tres años trabajó en Londres, en donde pudo estudiar y diseñar las nuevas casas inglesas estilo terraced house, las que solucionan de manera única dos elementos muy escasos en Inglaterra: la amplitud de los espacios y la cantidad de luz solar que reciben. Ambos factores fueron, precisamente, el mayor desafío de este proyecto, por lo que cada espacio fue pensado para optimizar el tamaño del terreno. “Era clave aprovechar y optimizar al máximo los espacios y recursos de manera de generar recintos amplios, abiertos, luminosos y conectados al exterior”, cuenta.


Para lograrlo, se generó un primer piso adosado a ambos deslindes de vecinos y en directa relación con el exterior, tanto hacia el jardín como hacia el antejardín. Living, comedor y cocina se conectan al jardín a través de un ventanal de 9 metros de largo compuesto por 6 hojas, el que permite una apertura total y entrega una amplitud en los espacios. También en el primer piso encontramos un hall de acceso en doble altura con caja de escala y una logia. “Además, está la sala de estar, la cual está directamente conectada al living, generando un dinamismo de estar entre padres e hijos, algo que era muy importante para mi familia”. Los muebles en obra cumplen una función fundamental en el uso y estética de la casa, conectando los recintos y potenciando su uso.
Para construir esta casa se optó por trabajar con materiales nobles y en bruto. Ejemplo de esto es una losa de hormigón que queda totalmente a la vista, tanto como cielo del primer piso y como pavimento del segundo, además del cielo de madera en segundo piso y pavimento de mármol travertino bruto en primer piso. “Todos los muebles se crearon en madera de encima y lenga, como la isla en el espacio común, que fue hecha 100% con lenga, aportando un toque de calidez a la cocina”, explica Antonio.


Otro de los desafíos del proyecto fue lograr que la casa con la que Antonio y su familia soñaban se pudiera desarrollar con un presupuesto acotado. Cuenta que “esto lo logramos teniendo como premisa que mientras menos tiempo se demore en construir, más ahorro va a existir. Por esto, se pensó en una casa muy rápida de hacer, modulando lo máximo posible y simplificando detalles constructivos, gracias a lo que logramos construirla en solo 6 meses.”
Sobre construir una casa para él mismo, cuenta: “Trabajar para un proyecto personal, sabiendo que va a tener un impacto directo en mi familia ha sido altamente gratificante. Mi clienta fue mi señora y trabajamos de la mano en el diseño de los espacios. Pensamos en la dinámica familiar que queríamos tener en nuestra situación actual y a futuro. Por ejemplo, dejamos una mansarda en tercer piso como posible ampliación para cuando los niños fueran más grandes. Además priorizamos que los espacios comunes fueran amplios y estuvieran conectados. La comida es un tema central en mi familia y el hecho de tener una cocina 100% integrada ha promovido dinámicas familiares muy especiales.”