A orillas del lago Panguipulli en la región de los Ríos, un matrimonio que regresó a vivir a Chile después de pasar tiempo en el extranjero, quiso emplazar su residencia en el lugar donde habían pasado el último verano. Sin dudas un paisaje que les resultó inolvidable pero que se convirtió en todo un desafío para Cazú Zegers a quien le encargaron llevar a cabo ese sueño.
“El sitio para este proyecto resultó desafiante, con el sol proveniente desde atrás de la vista principal del lago, una orientación que define el concepto arquitectónico, junto con la proximidad de un acantilado de doce metros. La casa fue diseñada de acuerdo con estas dos condiciones”, cuenta Zegers.
Pero su principal inspiración, señala Cazú “nace desde la palabra poética, «pirita» conocida como la “piedra del hogar” o piedra de fuego. La intención primordial de esta casa era crear un espacio de reunión familiar. Desde ese concepto y desde la deconstrucción y estudio geométrico de la piedra pirita, la casa comenzó a tomar su forma”.
La madera fue el material escogido por su flexibilidad, que funciona muy bien en territorios sísmicos como el chileno, la velocidad que aporta en la construcción, además de sus beneficios ambientales.
Uno de los requisitos fundamentales de los propietarios era la presencia e importancia de la luz natural dentro de la casa, lo que parecía un gran desafío en un terreno escarpado. Luego de investigar la topografía en detalle, el viento, el sol y las vistas, dieron forma a la orientación de la casa, sus ventanas, terrazas y configuración.
Así una escalera central conecta los tres niveles en que fue construida, uniendo la cima del terreno con el nivel del lago. “Esta escalera interior fue construida con la estructura geométrica cúbica de la pirita. Esta respuesta arquitectónica a todos los desafíos del proyecto da como resultado un volumen complejo de tres pisos en diálogo con la roca, el material principal del sitio, una condición que aporta belleza y carácter a la estructura”, complementa Zegers.
La entrada principal se encuentra en el nivel más alto, por donde se accede a un gran espacio abierto que incluye la cocina en un extremo y en el otro el living, además de una gran terraza. En el nivel que se encuentra inmediatamente debajo en forma de cruz, están los dormitorios que se configuran en torno a la imponente escalera que tiene ángulos que giran a medida que se conectan con cada piso. Aquí las vistas dan a las copas de los árboles y al lago.
Así la denominada Casa Pyr es una suerte de cascada contemporánea de madera que desciende desde las rocas hasta las orillas del lago Panguipulli, como una piedra del hogar.