A partir de financiamiento propio para la fabricación y del contacto que hizo con algunos desarrolladores inmobiliarios, Ignacio Gana logró instalar su escultura Flamingo Girl en un barrio que muestra la vanguardia del arte, la moda y el diseño en el mundo. “Hoy estoy cumpliendo unos de los sueños que tenía desde que era un niño: instalar una de las esculturas más grandes de Miami, uno de los goals más importantes de mi carrera como artista”, cuenta. Esta pieza de bronce que mide 4,6 metros de altura se encuentra junto a la entrada del edificio Quadro en Biscayne Boulevard, una calle que es transitada por más de un millón de personas al día.
Uno de los sueños de Ignacio siempre ha sido convertirse en uno de los escultores más importantes del mundo, y esa fue una de las razones para irse a vivir a Estados Unidos. En ese país, especialmente en la ciudad de Miami, ha logrado potenciar sus habilidades y ampliar sus oportunidades laborales. Hoy, luego de seis años en tierras norteamericanas, sus esculturas comparten las calles y avenidas con piezas de artistas como Fernando Botero, Jeff Koons y Jaume Plensa.
Sus obras y los importantes reconocimientos que ha recibido, como el nombramiento de artista oficial en los Premios Grammy Latinos el 2017, le han abierto las puertas del rubro a nivel internacional. Sus obras se han expuesto e instalado principalmente en ciudades de Estados Unidos y en países como Chile, España, Bélgica, Argentina, entre otros.
La escultura Flamingo Girl es muy significativa para Ignacio, porque fue la primera que hizo al llegar a Miami y es también la que dio inicio a Gold Black, una colección que trabaja casi en su totalidad con figuras humanas en colores negro y dorado. Otras de sus colecciones son Big Splash, The Game y Seduction, en ellas también utiliza estos cuerpos y además, los vincula con el agua y otros conceptos relacionados a este elemento.
“Flamingo Girl es una obra que habla del cambio”, cuenta Ignacio. “Habla de atreverse a salir de la zona de confort, de tirarse a la piscina en búsqueda de la felicidad, de pasarlo bien, de disfrutar la vida… Todo con un poco de ironía y humor. Representa la alegría de Miami, los contrastes de colores, culturas y la naturaleza, a través de la búsqueda de un perfecto equilibrio entre la forma, el color y el movimiento. Es una obra fresca enmarcada en un estilo figurativo, cargada de sensualidad, armonía y elegancia”.
También en Miami se puede encontrar The Voyager, una obra que forma parte de una serie de piezas fabricadas a gran escala. Varias esculturas de este conjunto se instalarán próximamente en las calles y edificios más importantes de Miami y Los Ángeles, California.