Donde el Diseño Evoluciona es el título que este año reúne a los más de 1.900 expositores de la 62º versión del Salón del Mueble de Milán. Un título perfecto que recoge la esencia de la Design Week en la capital lombarda, parada obligada de todo aquel que quiera ver y saber qué está pasando en materia de diseño y cuáles son las tendencias para el año. Al Salone mismo, como siempre, se suma el Fuori Salone, todo aquello que sucede en la ciudad: 1.078 eventos bajo el lema Materia Natura.
Ambos, Salone y Fuori Salone son las dos vertientes que dan vida a la Semana del Diseño de Milán y que revisamos en esta selección de mobiliario; una colección para inspirarse y dejarse transportar por colores y tendencias muy diversas.
Geometrías, transparencias y paisajes oníricos
Luce, de Kartell.
En un extremo encontramos piezas de gran carácter geométrico, casi abstractas, racionales, que recuerdan algunos movimientos artísticos en pintura, al surrealismo, a Kandisky, Miró o minimalistas como Judd.
Luce, de Ferrucio Lavani (Kartell), por ejemplo, o Fragments of Infinity de la dupla Giopato Coombes. También está la colección Bingo del estudio paulista Palma, o Trama, de Bravo, para la misma firma Verso. Este último, del destacado diseñador chileno Rodrigo Bravo es un sistema de ensamblajes de diseño racional que utiliza la menor cantidad de piezas posibles y permite distintas configuraciones inspirándose en la serie metal de Donald Judd.
Trama, la propuesta del diseñador chileno Rodrigo Bravo.
La muestra 12 Chairs for Meditation del diseñador argentino Andrés Reisinger, cocurada con Nina Yashar de Nilufar, en la sede de Viale Lancetti, invita a la introspección. Cada silla se inspira en una época distinta de la historia del diseño y el gran mural de fondo en mosaico acentúa la atmósfera surrealista cargada de simbolismo.
Algunas piezas parecieran querer desmaterializarse y evaporarse del mundo físico. En la galería Rossana Orlandi, un must de la Design Week, Draga & Aurel experimentan la inmaterialidad con las nuevas piezas para la colección Transparency Matters. Como geometrías congeladas, las mesitas Zen y el gabinete Glint transportan hacia una atmósfera casi gélida, tecnológica, ausente de color, excepto por los toques de neon de las puertas del mueble hecho en láminas de Lucite (polimetilmetacrilato).
También de Draga & Aurel, en la otra parada obligada de la semana, galería Nilufar, las mesitas Tinted Hues juegan de nuevo con el Lucite, más resinas epóxicas, color y transparencia en la mesa Glaze y las coffee tables Drewdrops, parte de la muestra Candy Box, en Nilufar, sede via della Spiga.
© Riccardo Gasperoni.
Curvas XL, color y materia
En el otro extremo de la experimentación, encontramos lo opuesto… o complementario: desborde de proporciones, curvas extremas por doquier, piedra, colorido ultra vivo, y tejidos aterciopelados, recordándonos que también, además de mente y abstracción, somos materia pulsante desde el corazón de la Tierra.
Ki, de Rashid Illulian.
Karim Rashid piensa en Ki (Illulian), una alfombra a mitad de camino entre Op art y ¿los confines de un agujero negro? Es un tributo a Oriente, dicen, a la energía de la vida que todo lo mueve y cambia, por eso sus bordes son irregulares; es el flujo hecho alfombra, en lana y seda de Nepal.
La Grande Muraglia. © Leo Torri.
Mario Bellini apela a lo más pesado del planeta: la piedra. La Gran Muralla, chaise longue y muebles outdoor en travertino (Neutra), subraya venaturas y poros dándole un carácter escultórico y decididamente telúrico, mientras en Pininfarina apuestan fuerte con la chaise longue Oksys: parece piedra, pero es aluminio liso y pulido como las carrocerías de la firma, y en la base, rugoso como la roca. Solo tienen tres unidades exclusivas a la venta.
La silla Oksys, de Pininfarina.
De formas suaves y curvas, Liz de Silvia Musetti para Giorgetti es toda desigualdad: una pata en cuero, la otra en nogal, que da origen a una suerte de mesita con superficie de onix y luz integrada. ¿Qué más se le puede pedir a una banca?
Liz de Silvia Musetti.
También desigual y con gran expresividad de materiales la mesa Monolito de Melina Romano de Brasil es parte de la muestra Piloto Milano en AINT Studio.
©Ruy Teixeira.
De Stark para Kartell, Consola de la Familia A.I, fue hecha a partir de las cápsulas de café Illy. De líneas simples y esenciales, pero con un dejo orgánico y decorativo.
Jugando con la transparencia, esta vez del vidrio, las mesitas Bottiglia (botella) de la firma alemana Kare Design, que están disponibles en verde y gris oscuro, logran una forma encantadora para una coffee table, donde el acero lacado de la superficie se vuelve liviano y suave al combinarse con las formas sinuosas del vidrio.
Kare Moods Bottiglia y sofá Victor. © Kare Design
Siguiendo con la belleza de las curvas, Philippe Starck presenta Camomille, una lamparita cálida como la forma de una tetera, transportable y que rinde hasta 200 horas con su batería recargable.
Camomille, la lamparita de Stark.
Sin límites definidos ni ángulos rectos, la propuesta de Actiu y Stone Designs es Globb, una familia de muebles inspirada en el arte de crear formas con los globos. Solo la estructura tubular de acero contiene graciosamente el cuerpo voluminoso que acoge a quien se quiera sentar.
La familia Globb.
La Cividina también propone curvas limpias, libres de detalles y accesorios con Apper, de Antonio Rodríguez. Respaldo y apoyabrazos se funden en este gran todo curvo y envolvente.
Apper, de La Cividina.
En la tienda de la vía Montenapoleone se presenta Gucci Design Ancora, cinco piezas claves de la historia del diseño italiano reinterpretadas en la muestra curada por Michela Pelizzari. Se trata de Storet, contenedor de Nanda Vigo de 1994; la alfombra Clessidra, de Piero Portaluppi; Parola, lámpara original de Gae Aulenti y Piero Castiglioni de 1980; el sofá Le Mura de Mario Bellini de 1972 y Opachi, jarrón de Tobia Scarpa para Venini, de 1960.
Por último, un toque de poesía sustentable. Mottainai significa en japonés utilizar los recursos disponibles y no desperdiciar. Bajo esta premisa, Paola Lenti encargó a Nendo este proyecto del cual nace la colección Hana-arashi. Los excedentes de producción se vuelven poesía en manos de Nendo, quien se inspira en la danza de los pétalos de la flor del ciruelo (hana-arashi, en japonés) para dar forma y nueva vida a los retazos de tela.
