Modernismo ambiental es el concepto que define el trabajo de la oficina de arquitectura Strang Design, con sede en Miami, que estuvo a cargo de esta casa familiar en la misma ciudad. «Era importante que cada espacio tuviera su propia personalidad… pero también era importante que el esquema general mantuviera cierto flujo y cohesión«, cuenta Max Strang, fundador de la oficina.
Parte importante del desafío tuvo que ver con crear una casa respetuosa con el medio ambiente, con una arquitectura y diseño de interiores que recuerdan el país de los dueños de esta casa: Brasil. El equipo prestó especial atención a los deseos y la forma de vida de sus clientes, creando un ambiente cálido y acogedor que refleja su herencia cultural.
Uno de los principales objetivos de diseño era garantizar que la casa tuviera una sensación de conectividad, a pesar de su tamaño. Strang Design logró esto al crear espacios cómodos ideales para reunirse, pero que también funcionan para actividades individuales. Para potenciar el flujo, el equipo trabajó con piedra y madera tanto en el interior como en el exterior de la casa, ayudando a crear una sensación de conectividad, donde el interior y el exterior son difusos y conviven amablemente.
Para el interiorismo, usaron muebles antiguos, únicos en su clase, que tienen que ver con los gustos de sus clientes y que además le dieron un toque único al diseño, al formar parte de su historia y ser una muestra del riquísimo diseño made in Brasil. Además, la colección de arte de los dueños, que también es una muestra de sus raíces brasileñas, brilla en cada uno de los rincones de esta casa en el barrio de Coconut Grove. “Entendimos el importante papel que la colección de arte y muebles jugaba en la vida de los dueños de casa… Queríamos crear espacios que reflejaran cuidadosamente eso”, cuenta Alexandra Mangimelli, parte del equipo de Strang Desing.
En el proyecto se incorporaron materiales naturales como tableros de concreto expuestos y acentos de carpintería de teca en toda la casa, que ayudan a lograr un espacio que no solo es cálido, sino también respetuoso con el medio ambiente.
Además del ojo que pusieron en el uso de materiales naturales, prestaron mucha atención al paisajismo, trabajando con el estudio de paisajismo La Casona Garden. Juntos, sumaron muchas especies nativas y designaron una parte de la propiedad como Hábitat de Vida Silvestre, que fue certificado por la Federación Nacional de Vida Silvestre.
