Para diseñar este precioso jardín no fue necesario contratar a un paisajista, la misma naturaleza ha sido la encargada de seleccionar las plantas que mejor se dan en la zona. Con un método de prueba y error, el encargado de su mantención ha ido experimentando con distintas variedades, sin embargo son las especies nativas las que siempre se lucen.
Tanto la casa como el jardín sobresalen entre rocas y arena. Ubicado en la costa de la quinta región, este lugar es una invitación a desconectarse para disfrutar del paisaje. Al recorrerlo, hasta las flores más comunes llaman la atención. Sí, aquellas que muchas veces se ignoran, acá se lucen como si fueran únicas.