Cuando el artista español Juanma Noguera pensó su casa, tenía claro que quería que sus obras destacaran. Por eso, el desafío principal de esta remodelación fue integrar sus esculturas de manera armonica dentro de la estructura de la casa. Así nació la idea de una vivienda-galería, donde la arquitectura se convierte en un lienzo para exhibir arte.
El diseño mantiene la esencia industrial del edificio original, dejando expuestos los muros de ladrillo y respetando los techos abovedados con vigas de hierro. Para reforzar esta estética, se usaron materiales como hormigón, hierro negro y pisos de madera reciclada en espiga. La calidez llegó a través del mobiliario, equilibrando los tonos fríos con una sensación acogedora y sofisticada.
La luz natural fue otro eje central del proyecto. Se abrieron tragaluces en el techo y se creó un patio interior al fondo de la casa, permitiendo que los espacios respiren y se inunden de claridad.
Al entrar, un amplio salón-comedor de 120 m² da la bienvenida con techos de más de seis metros de altura en su punto central. El reto en este sector fue crear una atmósfera acogedora sin perder la amplitud del espacio, para lo que fue clave armar una estructura central hecha a medida que funciona tanto como mesa de comedor como peldaño de la escalera que lleva a la azotea. Su superficie de parquet en espiga conecta visualmente con los dormitorios, generando continuidad en el diseño.
Las escaleras de hierro se complementan con mobiliario de diseño en el mismo material, como la cocina, un vestidor en la entrada y una biblioteca. Para romper con la sobriedad del negro, se incorporaron nichos de madera con iluminación integrada.
El dormitorio principal se concibió como un espacio abierto, donde vestidor, área de descanso y baño se integran sin divisiones rígidas. Frente a la cama, una bañera aporta un toque de sofisticación y relajación.
Desde el patio se accede a los dormitorios infantiles, diseñados con un altillo en donde se encuentra una sala de estar. Ambos cuentan con vestidores amplios, escritorios y espacios de recreación. Un baño compartido, accesible desde ambas habitaciones, optimiza la distribución.


La azotea fue completamente renovada para convertirse en un refugio urbano. Se instaló un deck de material sintético para exteriores y una piscina de acero inoxidable con efecto desbordante, transformando el espacio en un oasis dentro de la ciudad.
Este proyecto, que estuvo en manos de Mag Arquitectes, es una prueba de que una casa puede ser mucho más que un hogar: aquí, la arquitectura y el arte se funden en un concepto donde la funcionalidad y la estética se encuentran en equilibrio perfecto.