Arquitectura y Diseño

Lo mejor del diseño del siglo XX está en esta casa en Ciudad del Cabo

Nada más entrar en esta casa recién remodelada, es imposible no dejarse cautivar por el festín visual que crean los muebles clásicos del siglo XX, los objetos de diseño auténticos y las obras de arte que llenan los interiores. Pero lo que realmente hace brillar esta casa, es el cómo la cuidada colección de su dueña encaja a la perfección con los espacios remodelados. Un match único.

El anuncio que la ex editora de Elle Decoration Sudáfrica, estilista e interiorista Laureen Rossouw vio en el diario decía: “una casa en ruinas con líneas clásicas de la Bauhaus”. A punto de cambiarse de su departamento –un emblemático ejemplar del art déco en Ciudad del Cabo que Laureen había remodelado hace unos años–, el llamado le pareció interesante y partió rápidamente a ver la casa, que estaba en el barrio de Oranjezicht, al borde de uno de los parques más encantadores de Ciudad del Cabo. 

En cuanto vio la construcción de mediados del siglo XX, que sin duda tenía “huesos” de Bauhaus, Laureen se enamoró. Inmediatamente llamó a Koos, su marido, para decirle que había encontrado la casa de sus sueños, y a él también le encantó. “Aunque cuando vio la cantidad de trabajo que había que hacer, no pudo ocultar su decepción”, recuerda Laureen. Al parecer tan decepcionado no estaba, porque tres horas más tarde, habían firmado la carta de oferta.

laureen-rossouw-9
laureen-rossouw-17

Dicen que esta casa ha sido su mayor reto hasta la fecha. “Las líneas estaban ahí; lo que no era práctico era la distribución. Era evidente que necesitaba una actualización bien pensada para adaptarla a la vida del siglo XXI”, explica Rossouw. Para el largo proceso de planificación y construcción, Lauren trabajó con su hija, la arquitecta y artista Renée Rossouw (@reneerossouwstudio).

“El exterior tenía todos los buenos elementos de una casa de mediados de siglo y Art Déco, pero los espacios interiores estaban un poco desordenados y hubo que rehacerlos casi por completo, porque no tenían fluidez ni suficiente luz”, explica Renée.

Transformaron entonces la cocina, que da al jardín y al parque, en un impresionante espacio de doble altura. También agregaron más ventanas, como una redonda en el comedor, además de claraboyas y puertas interiores de cristal y metal. “Crear nuevas ventanas más grandes y volúmenes más amplios que fluyan hacia la naturaleza fue un gran impulso», dice Renée. Uno de sus objetivos era volver a conectar la casa con su hermoso jardín y con la vegetación del parque que hay más allá.

laureen-rossouw-12
laureen-rossouw-11

El resultado final es que, además de tener abundante luz natural en sus interiores, la casa es un ejercicio de geometría intrigante y visualmente agradable. “Mi madre y yo colaboramos a menudo”, dice Renée. “Alternamos entre creadora y editora en distintos proyectos, según de quién se trate. Entendemos el color y el estilo de forma parecida: yo soy un poco más minimalista y despojada, mientras que Laureen es más enérgica y apasionada”.

En este proyecto, añade, “mi madre fue la fuerza guía”. Renée jugó un rol crucial como contraparte de Laureen, además de darle ideas arquitectónicas sobre la luz, el volumen y el espacio. “Cuando empezó con los interiores, yo diseñé algunas superficies, como el suelo y un mural, y algunos muebles. Ella amobló el espacio a partir de sus ideas y deseos”. 

laureen-rossouw-15
laureen-rossouw-10

El resultado es sorprendente: piezas de diseño del siglo XX, como sillas de Le Corbusier y un diván de Bruno Mathsson, comparten el espacio con suelos y paneles murales diseñados a medida por Renée. Los colores utilizados son vibrantes, pero siempre dispuestos en tonos que combinan a la perfección en cada habitación. Y la capa final la forman las colecciones de carteles clásicos, obras de arte locales y objetos de colección de Laureen.

Uno de los espacios que llama la atención en la casa está en el entrepiso: un escritorio que Renée describe como “una habitación familiar llena de los colores primarios que nos encantan a mi madre y a mí”. El baño de Laureen, que tiene una tina espectacular revestida de mármol con vista a los grandes árboles del jardín, también se roba la película. 

Y por último, la zona de estar exterior, con un fogón y una combinación de muebles de jardín antiguos y diseñados a medida. Según Renée, éste es el lugar donde se sientan y disfrutan en familia. “Es muy especial”, dice.

laureen-rossouw-4
laureen-rossouw-8

INSPÍRATE EN BAZARED.CL

Encuentra en BazarED.cl una colección de productos inspirados en esta casa.

 

Inspírate en tienda BazarED.cl