Cuando no sabemos muy bien qué hacer con un espacio, o queremos una base neutra para partir, generalmente pintamos todo blanco. Y aunque hasta ahí todo parece muy simple, elegir el tono perfecto no lo es. A diferencia de otros colores, el blanco es como un espejo del ambiente: crea un reflejo de la iluminación exterior y a la vez de los muebles y elementos decorativos que están en el interior de la casa. Además, el acabado de la pintura también juega un rol importante y varía dependiendo de cada proyecto.
Aquí, cuatro interioristas dan sus recomendaciones para elegir tono adecuado para tu casa y el acabado perfecto.
Guzmán & Blanco (@guzmanblancoarq)
El estudio de arquitectura, diseño e interiorismo integrado por Pablo Guzmán y Andrés Blanco, mejor conocidos como “Los Larry”, por su tienda de decoración y diseño (@tiendalarry), siempre sorprende con proyectos que combinan una mirada elegante y contemporánea con un estilo ecléctico que juega con el maximalismo, los colores y las tendencias. “En general usamos harto color, pero siempre usamos una base blanca y nos gusta trabajar con Benjamin Moore. Los blancos que usamos tienen tonos grises, como el Decorator’s White CC-20, ya que en general los blancos que tienden a los tonos amarillos, crema o beige son menos contemporáneos. Este blanco grisáceo tamiza la luz y es muy brillante, lo que ayuda a iluminar los espacios”, explican.
Cuentan también que está de moda la terminación en mate, que da un aspecto más orgánico. “En la naturaleza las cosas no son brillantes. Las cortezas de árboles, las piedras, la madera en su estado natural son siempre mate. Hoy que la naturaleza es fundamental y se le da importancia al cambio climático también tiene un vínculo con lo estético”, cuentan.
Y aunque son conocidos por su uso de colores fuertes, dicen que también puede ser interesante cuando todo el interior es blanco, convirtiendo a los artículos de decoración o a los cuadros en un punto focal. “En un proyecto vitrificamos el piso de madera con un producto Enko que da un aspecto lechoso y blanco traslúcido, este es un dato bonito para generar un espacio que sea completamente blanco, incluyendo los suelos”.
Ignacia Salas (@renovare_design)
Arquitecta especializada en diseño y arquitectura interior, asesora espacios residenciales y tiene gran experiencia en proyectos comerciales como hoteles, restoranes e inmobiliarias. Ignacia Salas dice que la elección del color perfecto es una decisión personal del cliente y su trabajo consiste en saber interpretar las necesidades de este. “Mi primera recomendación es hacer una muestra del color preferentemente de un tamaño de 50 cm x 50 cm y meditarlo, ya que los blancos cambian mucho con la orientación, la luz, la época del año y la hora del día”.
Para Ignacia hay dos marcas que destacan: Benjamin Moore, que tiene una paleta de blancos muy completa, buena cobertura y adherencia, y Behr, que tiene un blanco impoluto con tan buena adherencia que es capaz de cubrir hasta muros de ladrillo con muy poca pintura, además es neutro, sin tonos rosados, azules o verdes. “Ambas marcas tienen una terminación llamada eggshell que a mí me gusta mucho, se asemeja a la cáscara del huevo que no es completamente mate ni satinada. De todas formas para los espacios blancos, sobre todo en casas de alto tráfico, recomiendo un acabado semi-brillante ya que es fácil de limpiar y se mantiene bien”.
Vincent Pearson (@vincentpearson)
En la oficina del arquitecto e interiorista Vincent Pearson crean proyectos personalizados, atemporales y funcionales, donde cada detalle está hecho a la medida del espacio. “Solo pinto los techos con blanco absoluto”, cuenta Vincent. “Suelo pintar con blancos tirados a los grises, porque me gusta que exista un contraste entre el muro y el corte hacia el cielo, para que no se vea todo igual y se genere una sensación de espacialidad. Me gustan mucho los cuadros y decorar con arte, entonces entre más oscuro sea el color del muro mayor contraste va a generar con la obra y va a destacar más. Mi tono favorito es el Penthouse CSP-35 de Benjamin Moore y Repose Gray SW7015, de Sherwin Williams”, explica.
En cuanto a las terminaciones, siempre elige semibrillo por un tema práctico: el acabado mate se ensucia fácilmente y el color pierde fuerza. “El semi-brillo para mí es perfecto, porque no es ni muy satinado ni opaco, es un intermedio que se logra muy bien con todos los proyectos”.
Estudio Noguera (@estudionoguera)
María José Noguera y María José Bambach, madre e hija, construyen proyectos integrales que se caracterizan por ser acogedores y cálidos, velando por el estilo propio y la funcionalidad. “Nos gusta el blanco mate para pintar las murallas interiores de las casas”, cuentan. “Ese blanco que no te encandila y que al venir de una raíz más grisácea permite que el espacio se torne automáticamente más acogedor. Esto contrastado con un blanco puro para el cielo de la casa da un efecto atractivo”. Sus favoritos son White Opulence 879, de Benjamin Moore, Arcade White GR-W8 de Behr y Soft Whisper CW001W de Ceresita.
Su principal consejo, antes de elegir el blanco, es fijarse en la cantidad de luz que tiene el entorno, porque la luz rebota sobre el color blanco. “Un espacio con poca luz puede iluminarse muchísimo con un blanco en las murallas, pero si el ambiente tiene mucha luz natural te recomendamos un blanco marfil o un blanco grisáceo, para que cuando entre la luz se logre una atmósfera agradable y acogedora”, explican.
En cuanto a los acabados, si es para los muros, prefieren el mate o semisatín, y para los sócalos, semisatín.