Ubicada en Kailua, Hawaii, e inspirada en las aldeas tradicionales hawaianas, que suelen estar dispuestas en grupos dispersos, esta casa forma parte de un conjunto familiar formado por cuatro estructuras independientes. Un dato curioso: está emplazada sobre un flujo de lava endurecida, con vistas impresionantes al cielo, el sol y el agua.
Esta propiedad, que combina lo antiguo y tradicional con lo contemporáneo, necesitaba un interiorismo que conversara con su estructura y también con la historia del lugar, por lo que se le encargó la tarea al estudio Philpotts Interiors. Con más de 65 años de historia, esta oficina local combina arte, artesanía y cultura para crear espacios extraordinarios.
Bajo un cielo de madera de cedro, están dispuestas la isla y la mesa de comedor, ambas revestidas con mármol Carrara apomazado. Este espacio fue pensado para recibir a familia y amigos, pero entregando una sensación de privacidad al mismo tiempo.


En esta casa, Philpotts Interiors buscó reflejar la personalidad aventurera de sus dueños. La estética general es sencilla, con ambientes abiertos y una vibra ligera que evoca al estilo midcentury. La inspiración vino del modernista hawaiano Vladimir Ossipoff, conocido por su habilidad para fusionar arquitectura y naturaleza.


El resultado es fruto de una colaboración con Walker Warner Architects, una firma reconocida por su sensibilidad para crear arquitecturas que dialogan con el entorno, obteniendo un refugio contemporáneo que celebra la conexión con la naturaleza, la hospitalidad y la vida en comunidad.