Es un estudio de arquitectos, pero desde un principio el diseño de muebles formó parte del ADN de 57STUDIO. Escritorios de oficina, libreros, incluso lámparas han sido parte del currículum de Benjamín Oportot y Maurizio Angelini. “El estudio partió el 2002 siendo una oficina dedicada al diseño en general, y nuestros primeros encargos fueron pequeños muebles. En esa época crecimos junto al diseñador Cristóbal Karich, con quien fuimos socios”, recuerda Benjamín. “Pero esta afición, en nuestro caso, nace en la arquitectura, ya que casi siempre en nuestros proyectos de viviendas incluimos muebles, algunas veces en obra, otras veces imaginando lo que debiera ir en un lugar preciso”.
El diseño del Multishelf respondió a un encargo particular, de una pareja joven que acababa de remodelar su departamento. “Querían darle un toque especial al living-comedor, además de tener la necesidad de guardar muchas cosas y mostrar algunas solamente. Así fue como pensaron en hacerse un gran mueble que incorporara las tres áreas más importantes de su vida: la música, el cine y los libros”, cuentan los arquitectos. La solución fue diseñarles un mueble que permitiera esconder cada una de las tres áreas o bien esconder por partes y dejar un mix.
Para eso se aliaron con el diseñador Ricardo Bagnara, con quien han trabajado por años y en numerosas oportunidades para la fabricación de muebles. 57STUDIO hizo el diseño y Bagnara se encargó de encontrar las soluciones técnicas para su armado e implementación, junto con proveer materiales de terminación y herrajes.
El diseño presentaba varios factores a considerar para el correcto planteamiento y despiece del volumen. En primer lugar, los accesos eran restringidos, ya que se trataba de un departamento. “Tuvimos que seccionar el mueble en tres cuerpos principales que fueran conectados de tal manera que al verse instalados no se percibiera esta lógica, sino la de un gran mueble mural”, explica Ricardo Bagnara.
Luego, vino la fabricación de las tres puertas correderas listoneadas en cedro. “Hemos usado mucho la madera de cedro en interiorismo”, dice Maurizio Angelini. “Tiene la gracia de ser una madera noble y versátil, muy completa. Es trabajable en carpinterías finas de detalle y al mismo tiempo es resistente. Este complemento la hace ideal para usarla en muebles y puertas interiores, por ejemplo”. Explica que se puede trabajar tanto en piezas sólidas como en enchapados y tiene un color natural claro que permite teñirla en variados tonos. “Además tiene una veta preciosa, elegante, y conserva un aroma intenso y agradable por mucho tiempo”, señala.
Antes de lograr el efecto sugerido, se pasó por varias pruebas y sistemas, cuenta Ricardo Bagnara. Cada una de las piezas triangulares de las puertas están elaboradas e instaladas de manera independiente. “Gracias a esto, los tonos del cedro van variando en cada varilla instalada, provocando un efecto óptico cinético muy interesante al mover las puertas. Este es uno de los pequeños detalles que hacen que no sólo la morfología del mueble responda adecuadamente a su uso, sino también a que en este mismo uso los materiales logren enriquecer las propuestas”, dice.
El proceso fue arduo y riguroso, ya que tuvieron que trabajar con una matriz para lograr cortar muchas tiras en la misma sección, para después unirlas sobre un tablero rígido. “Es un trabajo que requiere mucha paciencia, pero era la única manera de lograr diversidad tonal en las verticales de las fachadas de las puertas”, dice el diseñador. La instalación tuvo sus sorpresas, ya que las puertas debían correr sobre los rieles sin alteraciones y lograr el movimiento perfecto a lo largo de un recorrido de cuatro metros tampoco fue sencillo, pero gracias al enfoque técnico y detallista que caracteriza a 57STUDIO, el resultado fue perfecto.