Desde muy chico Nicolás Sánchez descubrió su amor por el paisaje y la naturaleza. Primero decidió estudiar arquitectura, pero finalmente se cambió a Ecología y Paisajismo, donde pudo dar rienda suelta a su pasión por las plantas. Luego trabajó en la oficina de Juan Grimm y el 2012 creó su propia oficina de paisajismo. “Me gusta que cada trabajo sea único, no hay fórmulas ni repeticiones. Tiene que ver con entender el paisaje donde se inserta y sentir que esa intervención es correcta. Trato siempre que se vean jardines sueltos, naturales aunque tenga mucha construcción”, cuenta.
Desde jardines en pleno Santiago, hasta parques en el sur de Chile, el trabajo de Nicolás está lleno de colores y texturas. ¿Un sueño? “Me gustaría mucho poder desarrollar espacios en la ciudad, proyectos que sean un aporte en el tiempo”, reflexiona.
