“Me cautivó la idea de poder crear arte a gran escala”, cuenta Giselle Elgueta, diseñadora arquitectónica con bachiller en arte, que encontró en la pintura mural una posibilidad de expresión capaz de transformar los espacios.
Combinando diferentes técnicas y materiales, Giselle logra crear efectos únicos y atractivos, como muros que parecen de cemento, otros oxidados y algunos con relieves. “Me encanta jugar con una gama amplia de tonalidades para crear profundidad y dinamismo en mis obras. Desde colores cálidos y terrosos hasta tonos fríos y audaces, encuentro inspiración en la naturaleza, la cultura y la arquitectura para elegir las paletas de colores adecuadas para cada proyecto”, explica.
Después de aplicar las texturas y colores, Giselle vitrifica los muros con resina, para proteger la pintura de factores externos como la humedad y el desgaste, sino también le da un acabado brillante.
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