Una mesa linda generalmente es opacada por un envase de bebidas. Necesarias en prácticamente toda celebración, Bernardita Molina (31, periodista) diseñó un portabotellas para que llevar un envase de gaseosa o jugo a la mesa esté a la altura de la situación. “Mi mamá odiaba las bebidas, hizo uno para su casa hace un par de años. Yo me inspiré en su solución y los repliqué”, cuenta.
Partió con cuero, pero llegó al metal por sus características: liviano, no se mancha, se puede lavar y hasta meter al refrigerador. 100% hecho en Chile, su gracia es su larga duración y que –a diferencia de otros– permite servir hasta la última gota. Cuesta $26 mil (para botella de 1,5 litros) y se puede comprar en su Instagram, @esquilarte.