El día que comienza la primavera en Dinamarca se cambia de piel. Después de sobrevivir a un invierno que llega a tener días con solo 3 horas de luz, los rayos de sol se aprecian como si fueran los últimos. 

Copenhague es la capital de Dinamarca y tiene una modesta población de 600 mil habitantes. Transitable a pie o en bicicleta, ofrece muchos panoramas al aire libre que no implican un gran presupuesto.

Atraídos por sus smørrebrød y danesas, realizamos un viaje de seis días a Copenhague en los que disfrutamos de una ciudad espaciosa y ordenada, con edificios imponentes y modernos, y en la que pudimos apreciar un estilo de vida tranquilo y de ocio a toda hora del día.

Luego del invierno, sale el sol: actividades al aire libre

Nos comentaron que las personas que llegan a vivir a Copenhague no cuentan su estadía en años, sino en inviernos. Del todo comprensible es por tanto ver gente tomando sol a la orilla del mar en pleno mayo, si el clima lo acompaña. 

Nos dijeron que el mes de abril pasado había sido el más caluroso de los últimos años, y se notaba. Tanto turistas como los propios daneses se atrevieron a usar colores, sandalias y mostrar un poco de piel en meses en los que la prudencia se debería hacer notar. 

Digno del rey

Es feriado en Copenhague y el parque Kogens Have, junto al Castillo Rosenborg, está repleto y florecido. Está verde, como deberían ser todos los parques en un día primaveral: flores arregladas, árboles con su follaje completo. Las explanadas de pasto están llenas de grupos de gente disfrutando el día, la tarde y hasta la noche, ya que oscurece cerca de las 22:00 horas ya por esta época. 

Se pueden ver coches con guaguas, grupos de jóvenes jugando, familias haciendo picnic, todo para recuperar un poquito la experiencia de vivir fuera de la casa.

Usado y reutilizable

Los fines de semana es común que aparezcan los mercados de ropa de segunda mano y artículos usados. 

Nosotros fuimos a Veras Market, que está instalado en un espacio recuperado bajo una autopista, y al mercadillo de los sábados en una plaza céntrica en el barrio de Frederiksber, donde se encuentra ropa y artículos de casa de diferentes épocas. Todo para conseguir un souvenir original con un toque vintage. 

Los canales por dentro

Una forma de apreciar bien la arquitectura local es tomar algún tour en Nyhavn que te lleve por los canales más importantes de CPH. Ahí verás los puentes –algunos tan bajos que tendrás la necesidad de agacharte dentro del bote– y las construcciones más modernas de la costa, como el Circle Bridge, la Ópera, The Blox o el Museo de Diseño de Dinamarca (DAC) y la nueva Biblioteca real, una mole negra que se hace notar desde el agua.

El DAC aloja desde hace un tiempo la colección de diseño danés más grande, y aunque la muestra ha estado en remodelación los últimos meses, volverá en gloria danesa, se espera, en 2025.

Nuestra exhibición favorita fue Aware, una muestra completamente instagrameable de colores y formas que estará disponible para visitar hasta el 15 de septiembre de 2024. Esta muestra fue diseñada por los arquitectos 3XN GXN y además incluye el diseño de iluminación de Jesper Kongshaug y la producción de sonido del trío Mesmer.

El “lado B”

Para conocer una faceta más desconocida de la capital danesa, tomamos un  tour a pie que narra los lugares socialmente más alternativos de Copenhague, como el barrio rojo de Vesterbro, las casas de acogida para mujeres, la estación de tren con forma de nave vikinga y el Meatpacking District, ex matadero, que hoy aloja restoranes juveniles donde pasan el rato los locales.

Piscinas naturales 

El borde de los canales y el mar es un eterno paseo con la posibilidad de un chapuzón. En las islas junto a Christiania –la comunidad hippie con un autogobierno separado de Dinamarca, pero dentro de Copenhague– al oeste de la ciudad, se pueden ver espacios cuidadosamente pensados para tomar el sol y lanzarse al agua. Junto al edificio North Atlantic House y el mercado de comida Broens, se puede encontrar una pintoresca entrada de mar rodeada de edificios para pasar el rato.

Dónde comer

Menú de autor 

Los daneses toman vino. Es normal ver a jóvenes comprando una botella de vino y dos vasos para beber al borde de un canal o en una tarde en el parque. 

Así como en varios países de Europa, la moda del vino natural también ha calado hondo, y es posible encontrar restoranes con menús de autor que maridan sus creaciones con vinos naturales locales. Uno de ellos es Ancestrale, en el barrio de Vesterbro. Un pequeño restorán de pocos metros cuadrados, con no más de siete mesas, y que a la luz de las velas y la madera, acoge a locales y extranjeros. El pan de masa madre y los productos de cercanías llenan la carta de Ancestrale, que puede ser consumida en un menú cerrado por 650 crones o a la carta.

También visitamos Vanhanen, donde compartimos charcutería y quesos, acompañados de cerveza artesanal y vino. Al igual que Ancestrale, es un espacio pequeño y más informal, en el que puedes hacer tu pedido en el mesón y luego disfrutar en alguna de sus mesas o barras que miran hacia la calle. 

Mesas familiares

Nuestro panorama favorito fue la cena en Folkehuset Absalon. Bajo el nombre del fundador de Copenhague, este espacio comunitario abre sus puertas a todos para servicios de desayuno, almuerzo y cena con menús cerrados por 100 crones. En mesas de ocho personas o más puedes reservar una comida casera y además conocer gente de todas partes. El espacio está situado en una vieja iglesia refaccionada que aloja también actividades para los vecinos, como bingos, talleres y fiestas.

Comer al paso

¿En busca de algo rápido, pero con estilo? El mercado TorvehallerneKBH es perfecto para probar los deliciosos y estéticos smørrebrød, comprar un poco de pan, un queso y caminar a las escalinatas de la Plaza Israel o al cercano parque Ørstedsparken, que cuenta con una laguna preciosa que invita a pasar el rato. 

¿Mencioné ya que Dinamarca permite beber alcohol en la calle? Pues sí, y acá es donde puedes aprovechar el sol y la tranquilidad de una cerveza fría sin represalias.