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Descubre una isla secreta en la costa de Sao Paulo

Foco vacacional para los paulistas e isla desconocida para los extranjeros. Esta es Ilhabela, una isla casi virgen a tan solo 200 km de Sao Paulo; un lugar perfecto para perderse entre sus 73 playas y el centenar de cascadas.

Ilhabela es una isla de fácil acceso. Grandes autopistas conectan Sao Paulo a la ciudad de Sao Sebastiao, donde basta tomar un ferry de 20 minutos para llegar a la isla. Sin embargo, aunque esté relativamente cerca de la gigante ciudad por donde pasan muchos vuelos internacionales, Ilhabela no es tan conocida por los extranjeros que visitan Brasil. La isla tiene un 84% de su territorio protegido por un parque siendo el hogar de una fauna exquisita, como tortugas y peces de colores en aguas turquesas, tucanes en la espesa selva que abraza a la isla e incluso jaguares que viven en lo alto de sus montañas. Cuenta con una temperatura promedio de 25 grados y es conocida como la Capital da Vela ya que, debido a sus buenas condiciones de viento, es el escenario de la semana internacional de vela.  

 

La Vila

La Vila es el pueblo principal de la Ilhabela, pintoresco y colonial donde los pescadores suelen ofrecer pescado fresco y donde cruceros habitualmente se detienen unos días. Aquí está el centro histórico de la isla, el cual alberga eventos culturales y conciertos durante todo el año. La iglesia, de arquitectura tradicional, y junto a ella el museo, que antiguamente era una cárcel, y un juzgado, son una parada obligatoria. 

 

Las cinco mejores playas de Ilhabela

Ilhabela es una isla que se caracteriza por sus playas paradisíacas, que van desde tranquilas y cristalinas aguas, hasta playas con olas salvajes y de horizonte infinito.

La mayoría de las playas más accesibles están hacia el lado del continente y cuentan con puestos equipados para comer y tomar más que algún cóctel con los pies en el agua. Las playas que miran hacia el océano Atlántico son playas idílicas y casi vírgenes.

Praia da Feiticeira. Foto Paulo Stefani.

Praia Feiticeira

Esta es la playa de la hechicera, una playa grande con un acceso nada común. Se debe hacer a pie, dejando el auto a escasos pasos y luego caminar entre recovecos, cruzar pequeños puentes donde corre el agua para finalmente divisar la inmensa playa.

 

Praia Viana

Playa muy pequeñita ubicada en un barrio residencial. Ideal para ir con niños, ya que además de ser segura cuenta con juegos infantiles y grandes piedras donde pueden observar peces de colores desde la orilla.

Final de tarde en Pereque. Foto Paulo Stefani.

Praia Indaiauba

Una de las playas más hermosas de Ilhabela es sin duda la playa de Indaiauba. Es un paseo de medio día y se puede llegar en una lancha que se toma en la zona central de Perequê (cuesta alrededor de 40.000 pesos chilenos). La playa de Indaiauba es una playa desierta, ideal para descansar y disfrutar de la tranquilidad.

 

Praia Jabaquara

Al norte de la isla, está la playa Jabaquara. Un rincón mágico al que se puede llegar en autos 4×4. Es una playa para todas las edades, con poca gente. Cuenta con restoranes y duchas, lo que la convierte en una playa mucho más accesible que Indaiauba.

Mirante do Bonete. Foto Paulo Stefani.

Praia Bonete

A esta maravillosa y extensa playa se puede llegar a pie o en barco. A pie es una caminata que dura entre 4 y 5 horas, y que empieza al sur de la isla, por un sendero a través de la mata atlántica y con paradas por diferentes cascadas para descansar. El barco, que es la otra opción, se toma en la zona de Pereque y cuesta alrededor de 30.000 pesos chilenos, ida y vuelta. 

Ya en la playa se puede ver el camino el Buraco do Cação, un paredón de piedra de 80 metros que une la tierra con el mar y que fue esculpido por los grandes oleajes existentes en esta parte de la isla.

Praia da Fome. Foto Paulo Stefani.

 

Ilhabela y su gastronomía

Si hablamos de gastronomía, Ilhabela se caracteriza por las frituras: yuca, pescado fresco y calamares son algunas de las variedades que se pueden encontrar, y que se acompañan muy bien con una cerveza bien helada. Para los más atrevidos, en la Vila se puede comprar cachaza producida en la isla. En Cachaçarilha (@cachacarilha) tienen distintos formatos y sabores. Como dato, la cachaza de canela es la favorita.

En la isla también hay una gran variedad de pizzerías. Los recomendados son Restaurante Pier, (@pier18) donde la mejor es la pizza portuguesa, y la Pizzeria Mozzarello (@mozzarellopizza), que tiene un romántico entorno en plena Vila. 

Dos platos que hay que probar en Ilhabela son: el peixe con banana, pescado de agua dulce o salada, acompañado de rodajas fritas de plátano macho y arroz, y la caldeirada de peixe, una combinación de pescados cocinados con papas, cebollas, pimienta negra y vinagre.

Pier 18, Avenida Princesa Izabel 657.

Mozzarello Pizza, Rua da Padroeira 40 Centro.

 

Dónde dormir en Ilhabela: alojamientos, posadas y casas de alquiler

A pesar de ser una isla pequeña, las posadas para alojarse están más que equipadas. Algunas son realmente postales tropicales (y a muy buen precio), como la Pousada Mariola (@pousadaMariola) y Velinn Pousada Bromelias, (@pousadaVelinn), ambas rodeadas de vegetación tropical y vistas al mar.

Pousada Mariola. Foto Carolina Dimter.

Para familias la mejor opción es arrendar una casa. Casas do Mar (@casasdomar) ofrece casas con una arquitectura característica de Brasil: madera, terrazas, hamacas y piscina, enfrentadas a una maravillosa playa, la Praia Do Oscar.

También hay hoteles cinco estrellas. Una muy buena opción es DPNY Beach Hotel y Spa (@dpnybeach), un hotel a orillas de playa do Curral que tiene restorán, 2 piscinas, habitaciones muy equipadas y lounges bajo quitasoles de paja para descansar del sol.

DPNY, ​​Av. José Pacheco do Nascimento, 7668 – Curral

 

Actividades en la isla

Para conocer la totalidad de Ilhabela es recomendable recorrer en barco o a pie, ya que los caminos para autos solo existen en la cara continental de la isla. Para recorrer caminando, una buena opción son los senderos, ya que transforman el paseo en una aventura que incluye montañas, playas y cascadas.

Ilha das Cabras. Foto Carolina Dimter.

Stand up paddle y kayak

Un lugar divertido para pasar una mañana es frente a la Ilha das Cabras, en la playa Das Pedras Miudas. Aquí se pueden arrendar kayak y stand up paddle, con los que se puede cruzar a la Ilha Das Cabras, una isla privada que está llena de palmeras. En el recorrido se recomienda hacer snorkel, porque se pueden ver muchísimos peces de colores. 

 

Paseo en barco

Otro imperdible es dar una vuelta por la isla en barco. Una alternativa muy interesante es A Barca (@barcanomar), una empresa que da vueltas por deslumbrantes lugares de Ilhabela, São Sebastião Ubatuba y que incluye pesca, zambullidas al mar y experiencia gastronómica en cinco tiempos. Los platos son muy elaborados y van desde comida local hasta tragos preparados. Una experiencia única y sensorial para los pasajeros.

Cachoeira dos Três Tombos. Foto Lailson Santos.

Cascadas y piscinas naturales

Las cascadas y piscinas naturales son una característica de Ilhabela. Una de las cascadas más lindas es Cachoeira do Paquetá, una cascada con pozones de agua dulce para bañarse r y disfrutar de la tranquilidad. Otra cascada impresionante es la cascada Dos Tres Tombos, una cascada inmersa en la naturaleza, donde el canto de las aves harán de esta experiencia un momento de relajación. Además, en el sur de la isla, a la altura de Taubaté, parar en las piscinas naturales es casi una obligación.

 

Recomendación

Ilhabela es un paraíso, pero al ser una isla protegida, conserva sus mosquitos endémicos, los llamados borrachudos, unos mosquitos que no transmiten ninguna enfermedad, pero las picaduras duran un par de días. En la isla venden repelentes hechos de citronela que ayudan a combatir a estos insectos.

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