La historia de Cerdeña se remonta desde el año 6.000 A.C y desde entonces ha sufrido distintas invasiones. Fenicios, romanos, bizantinos, españoles y austriacos son algunos pueblos que han reinado, y que han hecho de ella una isla muy rica en cultura, que acoge muy bien a sus turistas. Aquí te presentamos una forma de conocerla que será una experiencia inolvidable.
Sus playas se caracterizan por tener historias de piratería y por estar rodeadas de un paisaje desértico lo que realza los colores turquesas y cristalinos del agua. Para conocer y recorrer sus casi 1900 kilómetros de costa, es muy recomendable hacerlo en auto.
Aquí proponemos un recorrido que parte por las playas del noreste, pasando por los pequeños pueblos y castillos del centro de la isla hasta llegar a la capital en el sur.
En el norte de la isla, en la zona de Costa Esmeralda, se ubica Poltu di li Cogghj, una playa de arena fina y blanca, de aguas cristalinas y poco profundas. Su nombre significa, puerto del cuero ya que antiguamente servía como punto de embarque para lo que se producía localmente, como el cuero. Poltu de li Cogghj tiene orientación hacia el sureste, por lo que se recomienda visitarla los días que el viento sopla del oeste. Allí mismo se arriendan quitasoles y reposeras.
A unos 13 kilómetros se encuentra San Pantaleo, un pueblo ideal para ir después de la playa debido a su cercanía y a que el atardecer desde aquí es incomparable. El trayecto es de entorno rural y de caminos estrechos entre roqueríos, que anticipan lo que vendrá: un pueblo inserto en «la punta del cerro».
San Pantaleo cuenta con un pequeño casco histórico de piedra, una iglesia, pequeños locales comerciales y un par de bares que rodean la plaza central.
Se puede hacer una parada en el bar La Place- art & Wine (art & wine), para tomar un Aperol Spritz junto a una tabla de quesos locales y contemplar los colores del atardecer en las imponentes rocas (Piazza della chiesa, 1, 07026 San Pantaleo SS, Italia)
A 12 de kilometros de San Pantaleo, esta el hotel Stazzo Lu Ciaccaru, un resort al mas estilo Campagna Italiana (Stazzo Lucia Ciaccaru)
Por la misma región, en Sassari, se encuentra la playa Le Tre Sorelle, una playa escondida cercana a la ciudad costera de Olbia, que obtiene su nombre, ya que son 3 pequeñas playas, una al lado de la otra. Para llegar hay que hacer un recorrido entre caminos de tierra e incertidumbre. Hay que estacionar en la calle, en un barrio residencial y luego bajar caminando por un pequeño sendero de vegetación autóctona. La sorpresa, es que si llegas antes del medio día, podrás tener una playa desierta y privada con una vista única hacia Tavolara, la rocosa y muy llamativa isla de enfrente donde se pueden observar delfines. Alojarse en Olbia es una excelente opción para pasar unos 2 días, recorrer otra playas aledañas y probar el helado de Fior D’arancio en Gelateria Villi. (Gelateria Villi)
Cala Brandinchi, es una de las playas más impresionantes de la isla, y la llaman la “pequeña Tahití”. Se ubica en Capo coda Cavallo, a unos 16 kilómetros al sur de la playa “Le Tre Sorelle” y a unos 23 kms de Olbia. La playa se caracteriza por los arrecifes que se divisan desde la orilla. Tiene un hábitat marino bien consolidado, donde muchos aficionados al mundo submarino se sumergen para visitar su rica fauna marina.
La playa es tranquila, pequeña y acogedora. El color del agua es inigualable, incluso si llueve. Es ideal para relajarse y no hacer nada.
Camino al sur hay una parada obligatoria, Posada, un pueblo diminuto de 3.000 habitantes. Está ubicado en el noreste de Cerdeña, sobre una colina que es coronada con un castillo, el Castello della Fava. Caminar hacia él en pendiente es un gusto, ya que se recorre la Villa empedrada, llena de plazas y bares que habitan este pueblo medieval. Desde su cima, en el castillo, hay una amplia vista hacia el mar turquesa y el valle del Rio Posada, colinda con el lago Maccheronis, donde se puede pasar el día haciendo kayak, mountain bike, y senderos.
Uno de los bares más lindos, se llama Bar Antico Terrazo ( Antico Terrazo Posada) y se ubica en la Via Eleonora D’arborea, 16. El bar está dentro de una de las casas empedradas con vistas a los pies del castillo.
Nuoro, entre montañas es un pueblo poco visitado, pero de gran conservación de tradición e identidad sarda. Fue nombrado por los romanos y es un pueblo que cuenta con museos y espacios artísticos que agregan historia y contexto a la visita por la isla. Nuoro es un pueblo de campesinos, artesanos y pastores que cuenta con un casco histórico muy bien preservado. Entre patios, casas de piedra y pequeñas plazas, se ubican hoy en día cafeterías, bares y terrazas. Un buen lugar donde comer es Montiblu, un restaurante con ricos y elaborados platos, donde además se puede comprar su exquisito queso de cabra local. (Montiblu).
En el barrio Santu Pedru, se encuentra el Museo Deleddiano, casa natal de Grazia Deledda, ganadora del premio nobel de literatura. (Via Grazia Deledda, 42, 08100 Nuoro NU, Italy)
También en Nuoro se encuentra el Arti-Museo Ciusa, donde hay un punto panorámico que expone esculturas de Francesco Ciusa, el primer premio de la Bienal de Venecia de 1907. (Piazza Santa Maria della Neve, 8, 08100 Nuoro NU, Italy)
Como dato, para vivenciar una fiesta tradicional, lo mejor es ir el último domingo de agosto de cada año.
Nuoro es un buen lugar para alojar, ya que permite conocer dos lugares imperdibles. A 87 kms hacia la costa este, se encuentra la Cala Goloritze, uno de los lugares más únicos de la isla, donde la montaña se une de forma fluida al mar mediterraneo. Una pequeña y privada playa de arena y pequeñas piedras, se ubica bajo acantilados de mármol. El Monte Caroddi, aguja piramidal de 143 metros de altura, es sin duda lo más característico de esta playa. El acceso a Cala Goloritzé no es fácil, y eso asegura la exclusividad de la playa. Para llegar puede ser a través de embarcaciones que salen de distintos lugares de la isla como Arbatax, Cala Gonone o Santa Maria Navarrete. Otra forma de llegar, para los amantes del trekking, es una caminata de 3,6 km, tardando unas 3h30 entre bajar y subir.
Por otro lado, desde Nuoro yendo hacia la costa este, se llega a Bosa, un pueblo lleno de vida y de color. Antiguamente se llamaba Sa Costa y rodea al antiguo castillo de Serravalle, construido en lo alto de un monte alrededor del siglo XII. El pueblo de Bosa, cuenta con una costanera que rodea el río Temo, desde donde se puede apreciar el colorido de sus casas. Bosa, se caracteriza por su carnaval llamado Karrasegare, donde verás pasar en su desfile S’Attitidu, un grupo de máscaras negras en procesión, los cuales se lamentan con una muñeca en brazos, simbolizando la fiesta de recién nacida.
Dentro del castillo, se recomienda visitar la iglesia de Nuestra Señora de Los Regnos Altos, adornada con frescos del año 1370. (Via Canonico Gavino Nino, 08013 Bosa)
Una vez llegando al sur, nos encontramos con la capital de Cerdeña, Cagliari. La ciudad de 150 mil habitantes, que se caracteriza por ser un punto neurálgico de cohesión entre la vida antigua y moderna. Lo más llamativo es el casco histórico de Castello, un barrio amurallado y ubicado en la cima de una colina, donde pasar el día caminando entre sus callejones es uno de los mejores panoramas. A unos 10 minutos andando del centro histórico se encuentra el Anfiteatro romano de Cagliari, del siglo II, que hoy en día se utiliza para eventos y conciertos.
Cagliari es una ciudad excepcional pero definitivamente pasear por las playas del norte y los pequeños pueblos rurales de esta isla italiana serán un viaje inolvidable, lleno de paisajes cautivadores y cultura mediterránea auténtica sarda.