Bacalar es un municipio ubicado en el estado de Quintana Roo, en la península de Yucatán, México. Un lugar famoso por su su preciosa laguna de agua dulce pero también, por su impresionante paisaje, deliciosa gastronomía y la paz que se respira. Un destino que poco a poco empieza a estar en las guías de viaje de viajeros de todo el mundo, pero que a día de hoy mantiene su encanto y sigue siendo un lugar no masificado. El momento perfecto para una escapada a Bacalar.
El municipio tiene una rica historia que data de la época prehispánica. Fue un importante asentamiento maya y, durante la época colonial, se estableció como un puerto comercial. En el siglo XVIII, Bacalar fue un punto clave en el comercio de madera y fue escenario de varias batallas entre piratas, especialmente debido a su ubicación estratégica cerca de la costa caribeña. El pueblo de Bacalar tiene un encanto tranquilo y pintoresco, con calles empedradas, edificios coloniales y una atmósfera relajada. El destino ideal para unas vacaciones inolvidables.
Llegada y alojamiento
Llegar a Bacalar no es tarea fácil por así decirlo. Lo más recomendable es hacerlo por avión hasta el Aeropuerto Internacional de Cancún y de allí tomar un coche (alquilar o taxi y similares) para llegar al municipio. Desde Cancún, Bacalar está aproximadamente a 4-5 horas en coche (aproximadamente 330 km) hacia el sur. También se puede llegar a través de bus, ya que desde la terminal de autobuses de Cancún, hay varias líneas de autobuses que viajan hacia el municipio. El tiempo de viaje es de unas 5-6 horas, dependiendo de la línea y las paradas.
Después de un largo camino nada apetece más que alojarse en un lugar donde sentirse tranquilo y en casa. En otras palabras: Our Habitas Bacalar. Un hotel boutique ecológico y de lujo, propiedad de la cadena Habitas, que se caracteriza por su enfoque en la sostenibilidad, el diseño minimalista y la creación de experiencias únicas e inmersivas para los huéspedes. “Un oasis holístico para recargar el cuerpo, la mente y el alma, ubicado entre una tranquila laguna de aguas cristalinas y la selva maya, ofreciendo diversas actividades de bienestar y restauración centradas en el agua”, nos explican desde Our Habitas Bacalar.
Para ellos, la conexión con la naturaleza y el respeto de ella es el principio básico en todos los sentidos. En especial, en la construcción de cada una de sus propiedades y en esta ocasión contaban con el privilegio de ubicarse frente la laguna o incluso encima de ella. “Trabajar con la naturaleza significa no perturbarla. Para empezar, en un camino remoto tenemos una entrada discreta a nuestra pequeña propiedad, rodeada de frondosa vegetación y altos pastos que envuelven las estructuras individuales. Nuestras 34 habitaciones en forma de tienda A-frame están orientadas hacia la laguna, ofreciendo vistas al agua de múltiples tonalidades, y cada una cuenta con techos naturales de palapa y duchas al aire libre”, nos siguen contando.
“Nuestro reto, y también nuestra gran oportunidad, tiene como fin integrar de manera holística la experiencia de la laguna con la jungla de Bacalar. De igual forma es importante recalcar que en una zona de la laguna y nuestra propiedad se encuentran los estromatolitos, una especie de coral única en su especie encontrada únicamente en este lugar y las costas australianas”. Our Habitas Bacalar es el enclave perfecto para alojarse para unos días de paz y bienestar.
Imprescindibles
Toda visita a Bacalar debe empezar por ir a admirar su impresionante laguna de agua dulce que se caracteriza por sus tonalidades de azul turquesa, que van desde el color verde esmeralda hasta el azul más profundo. La laguna es una de las principales atracciones turísticas de la región y ha sido apodada «La Laguna de los Siete Colores» debido a la diversidad de colores que se pueden observar en sus aguas, producto de sus diversos profundidades y la pureza de su agua. Con aproximadamente 42 kilómetros de largo y hasta 2 kilómetros de ancho, que se extiende por una vasta área en el sur de Quintana Roo, cerca de la frontera con Belice. Es ideal para actividades acuáticas como el kayak, paddleboard, nado y paseos en bote.
El Cenote azul es otra parada obligatoria, es uno de los cenotes más conocidos de la región, ubicado justo al lado de la laguna: de aguas profundas y cristalinas, es ideal para nadar y bucear. La claridad del agua es impresionante, lo que lo convierte en un lugar perfecto para disfrutar de un baño refrescante. También, el Cenote Coralinos, famoso por sus formaciones de estalactitas y estalagmitas, y también por sus aguas cálidas y cristalinas. Se puede disfrutar de un baño relajante en el cenote y caminar alrededor de la zona para admirar la belleza natural.
La Fortaleza de San Felipe también es muy recomendable. Construida en el siglo XVIII, se encuentra en la orilla de la laguna y fue utilizada para defender la región de los piratas que atacaban la costa. Actualmente, el fuerte alberga un pequeño museo donde se exhiben artefactos y relatos históricos sobre la época colonial y las incursiones piratas. Finalmente, para los amantes de la historia otra visita importante a hacer es el Museo de la Laguna con exposiciones sobre la fauna local, las plantas acuáticas de la laguna y los primeros pobladores de Bacalar.
Hablemos de gastronomía
Aunque Bacalar es una pequeña localidad, ofrece una variedad de platos tradicionales que destacan la influencia de la cocina yucateca y caribeña. Algunos de los más importantes y representativos son la Cochinita Pibil, el Tzic de venado y la sopa de lima. El primero es uno de los platos más emblemáticos de la región yucateca, y Bacalar no es la excepción. Se trata de carne de cerdo maridada con achiote, jugo de naranja agria y especias, que se cocina lentamente envuelta en hojas de plátano. El resultado es una carne tierna y sabrosa, a menudo servida con cebolla morada encurtida y tortillas.
El segundo está preparado a base de carne de venado, que se corta en trozos pequeños y se adereza con un adobo de naranja agria, cebolla, cilantro, pepitas, y especias. Se sirve típicamente frío como un tipo de ensalada o aperitivo. Y la sopa de Lima es es una de las más tradicionales de la región yucateca. Se prepara con caldo de pollo, jugo de lima (de la variedad local, más ácida), trozos de pollo, tiras de tortilla frita, cebolla, cilantro y rodajas de lima. Una receta refrescante y muy sabrosa.
A ellos les siguen los panuchos, tortillas rellenas de frijoles refritos y luego fritas, y se sirven con carne (pollo, cerdo o pavo), cebolla morada y salsa; y los salbutes son similares, pero las tortillas no están rellenas, y se sirven con los mismos ingredientes. Como también las empanadas de cochinilla pibil, un bocadillo común que se preparan con masa de maíz y se rellenan con la carne de cochinita pibil, que es desmenuzada y sazonada con achiote. Estas empanadas pueden servirse tanto fritas como al horno.
¿En la parte de bebidas? El agua de chaya: La chaya es una planta muy común en Yucatán, y su agua es refrescante y saludable, a menudo servida con limón y endulzada. El Xtabentún, una bebida alcohólica tradicional de la región, hecha a base de miel fermentada y anís. Suave, dulce y aromática. Y finalmente, por supuesto, el tequila o mezcal. Unas bebidas son comunes en todo México, y en Bacalar se pueden disfrutar en muchos bares y restaurantes locales.
Bacalar es un destino perfecto para aquellos que buscan un lugar tranquilo, rodeado de naturaleza, y con la oportunidad de disfrutar de un ambiente relajado y auténtico. La laguna, en particular, ofrece una experiencia visual única y es ideal para quienes aman el agua y las actividades al aire libre. Además, el pequeño pueblo mantiene una atmósfera tranquila y menos desarrollada turísticamente en comparación con otros destinos de la Riviera Maya.