Le Jardin des Plantes, el museo de historia natural de París, tiene la muestra más grande de restos de dinosaurios del mundo. Una colección que fascina a niños y adultos, y que también volvió locos a los creativos de Louis Vuitton: fue luego de una visita al museo que se les ocurrió replicar estos animales para “vestir” las vitrinas con su avance de otoño 2013.
Lo que siguió fue un minucioso trabajo de investigación para, primero, definir las especies a revivir. Optaron por el Dimetrodon, el más antiguo de todos (vivió hace 290 millones de años), cuya característica es la corrida de espinas sobre su lomo; el Stegosaurus, con placas y espinas en su espalda y cola; el Brachiosaurus, que se distingue por su cuello largo, como el de una jirafa; el rapidísimo Velociraptor; el Siponsaurus, el más grande de los carnívoros; y el Triceratops, el más “joven” del grupo, con 65 millones de años de edad.
Luego vino lo entretenido: replicarlos. Fabricaron cada uno de los huesos de estos animales y los pintaron dorados, para después montarlos en cabinas tipo museo, hechas con el mismo roble oscuro que se usa para el parqué de todas las tiendas de la marca. Cada dinosaurio entra a la vitrina como un coloso que interactúa de forma graciosa y nada agresiva con los maniquíes, la ropa y los accesorios. Un toque de humor y de historia que, aunque sólo se implementó en las tiendas Louis Vuitton Maison más importantes del mundo, es un referente para nuestro país.